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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Se le ocurrió una cosa. Nunca le había gustado el pelo...

Se le ocurrió una cosa. Nunca le había gustado el pelo de su prima. Tenía la cabeza llena de rizos y su tía siempre le hacía dos coletas que parecían dos coles de Bruselas. La cogió de la manita, la llevó hasta el cuarto de baño y le dijo que iban a jugar a los peluqueros. La sentó en la banqueta y rebuscó entre los cajones hasta dar con las tijeras. ¿Qué peinado le podría hacer? Ni corto ni perezoso, enganchó una de las coletas y de un certero tijeretazo, ¡zas!, se la cortó. Repitió la operación con la otra coleta. Sin embargo algo no encajaba. Ahora la cabecita de su prima parecía una escarola. ¿Y si le pasaba el corta pelos eléctrico? Sí, esa sería la mejor solución. Manuela quedaría tan guapa que su madre y su tía solo podrían agradecérselo. Diez minutos después el pelo de su prima yacía sobre sus pies y sobre el suelo del baño. Realmente le gustaba. Pensó que de mayor podría ser peluquero. Se le daba bastante bien.