¡Aaaaaahhhh! Pablo había dejado el pañal en el suelo, su madre lo había pisado resbalándose con él. El pañal salió disparado hacia el techo y allí se quedó justo unos segundos antes de caer en la cara de su madre. Dejó a su hermanita dentro del fregadero y salió corriendo por la puerta principal, cogió la bicicleta y dio pedales como alma que lleva el diablo.