Buenos días para todos.
Aquí llegó la no perdida y hallada en el templo, sino, la perdida y hallada en el baile, de vuelta al redil y con la intención de acompañar a este animador del baile a ver si se me contagia algo de su alegría. ¡No puede negar que es hijo de Rin-ran, que montaba una fiesta en menos que canta un gallo!
Ánimo Clemencio, y que no decaiga!
Aquí llegó la no perdida y hallada en el templo, sino, la perdida y hallada en el baile, de vuelta al redil y con la intención de acompañar a este animador del baile a ver si se me contagia algo de su alegría. ¡No puede negar que es hijo de Rin-ran, que montaba una fiesta en menos que canta un gallo!
Ánimo Clemencio, y que no decaiga!
