La propuesta que había presentado junto a su equipo lleva por título “From Olympic Games to Urban Games”. “Consiste en reactivar el prestigio y espíritu colectivo de la ciudad, que fue sede olímpica de los Juegos Inviernos en 2002, traduciendo esa idea de deporte olímpico a través del cual se desarrollan habilidades físicas convirtiéndolas en estrategias y juegos urbanos que ponen al ciudadano en el centro de la construcción de la ciudad y de la revitalización urbana, con la idea de desarrollar habilidades urbanas”, ilustraba.
Los juegos son muy diversos: desde infraestructuras y equipamientos ligeros y reversibles a acciones celebrativas, relacionales o educativos. Estos juegos, son diez en una primera fase y se desarrollan en solares vacíos, en espacios públicos poco activos o legibles.
Según sus promotores, estos juegos conforman “una partitura abierta que opera tanto en la ciudad analógica como en la esfera digital, valorando la participación ciudadana compartiendo las plusvalías de la intervención y extendiéndose a través de redes sociales de manera que en realidad el proyecto es una herramienta exportable a otros barrios y ciudades”.
Los juegos son muy diversos: desde infraestructuras y equipamientos ligeros y reversibles a acciones celebrativas, relacionales o educativos. Estos juegos, son diez en una primera fase y se desarrollan en solares vacíos, en espacios públicos poco activos o legibles.
Según sus promotores, estos juegos conforman “una partitura abierta que opera tanto en la ciudad analógica como en la esfera digital, valorando la participación ciudadana compartiendo las plusvalías de la intervención y extendiéndose a través de redes sociales de manera que en realidad el proyecto es una herramienta exportable a otros barrios y ciudades”.
