ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ¡venga, venga...., qué la casa es grande, y no repara...

LA GACETA INT.

"Despilfarro autonómico 70 millones para construir una carretera fantasma
1 comentarios ROCIO MANZANEQUE.

Ni la Comunidad ni la empresa concesionaria se hacen responsables de la continuación de un proyecto ambicioso...

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La carretera MP-203 es la metáfora perfecta del despilfarro. Sus kilómetros no llevan a ninguna parte, y los millones de euros destinados a su construcción tampoco tienen destino. Comenzó como un proyecto ambicioso: pretendía convertirse en una vía que diera salida a las grandes retenciones de la A-2 en su paso por Alcalá de Henares y Mejorada del Campo. Sin embargo, ciertos escollos truncaron su misión y obligaron a la empresa concesionaria a abandonar el proyecto a la mitad, tras un desembolso de 70 millones de euros...

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El comienzo de la historia de la MP-203 se remonta a 2005. Por entonces, la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre sacó a concurso la concesión para la construcción, conservación y explotación de una carretera que descongestionara los 30 kilómetros del tramo de la autopista de Barcelona (A-2) entre Alcalá de Henares y Mejorada del Campo. La licitación fue ganada por Cintra, filial del grupo Ferrovial...

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La empresa concesionaria empezó la construcción de la carretera ese mismo año, pero pronto chocó con las primeras deficiencias del proyecto. Por un lado, existía la necesidad de llevar la MP-203 por un paso por debajo de la línea de alta velocidad que conectaba Madrid y Barcelona. Por otro, se vio la imposibilidad de conectar la carretera con la R-3...

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Ante el sobrecoste de una carretera cuyo proyecto contaba con graves incapacidades desde el primer momento, Cintra paralizó la obra en 2007 tras un gasto de más de 70 millones de euros. Después de haberse construido el 70% de sus 12 kilómetros, la MP-203 se convirtió en una autopista fantasma cuyo asfalto, que aún olía a nuevo, terminaba en un camino de arena...

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El Ejecutivo de Esperanza Aguirre culpó del fracaso del proyecto a las trabas que supuestamente ponía el Ministerio de Fomento para conseguir las autorizaciones necesarias para su construcción. Sea como fuere, el tiempo fue pasando y nadie, ni la Comunidad de Madrid ni Cintra, se hacía cargo de la obra...

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Recientemente, la empresa concesionaria decidió emprender los trámites para dar carpetazo al asunto. Ante el ultimátum de la Consejería de Transportes, Infraestructuras y Vivienda del pasado octubre por el que la Comunidad daba de plazo a la empresa dos meses para la reanudación de las obras o la resolución del contrato, Cintra eligió la segunda opción: terminar el contrato. La empresa argumentaba que la reanudación de las obras –y, por consiguiente, la resolución de los problemas relativos especialmente a la conexión con la R3– tendría que estar contemplada en un nuevo convenio que entraría dentro de las competencias del Gobierno de Ignacio González. Este, sin embargo, afirmaba que el convenio de la concesión dejaba claro en sus cláusulas que la concesionaria se tendría que hacer cargo de todas las licencias...

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La Comunidad de Madrid insiste en que la infraestructura no tiene ningún coste para los madrileños, pero UPyD tiene sus dudas y teme que los madrileños tengan que pagar la inversión de 70 millones de euros que realizó Cintra. “La puesta en marcha del expediente sancionador supondría que la Comunidad llegara a ser la propietaria de la carretera”, denuncia la diputada y portavoz de la formación magenta en la Comisión de Transportes, Infraestructura y Vivienda, Loreto Ruiz de Alda, que espera que pronto se llegue a la conclusión de un proyecto fantasma sin resolver desde hace seis años."

¡venga, venga...., qué la casa es grande, y no repara en gastos.....!