"Silbidos y abucheos para Penélope y 'Volver a nacer'. Festival de Cine en San Sebastián
Silbidos y abucheos para Penélope y 'Volver a nacer'
21 comentarios G. S. N.
Era una de las películas más esperadas. La fórmula de la novela de Margaret Mazzantini, llevada al cine por su marido, Sergio Castellito e interpretada por Penélope Cruz había funcionado en No te muevas. Pero Volver a nacer, presentada ayer en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián provocó silbidos y abucheos en el pase para la prensa. La historia de una mujer italiana enamorada apasionadamente de un bosnio hippye y que se obsesiona con ser madre reúne todos los elementos propios de un culebrón venezolano. Hay amores cruzados, versos soltados a tiempo y a destiempo, hijos que no conocen a su padre, madres que no conocen a sus hijos, mucho sexo… y una guerra. La película se propone, sin duda, lanzar un mensaje de paz, de respeto a la vida, de reconciliación. Pero lo hace de una manera tan recargada, tan cursi, tan impostada, con unos subrayados melodrámaticos tan insistentes y con el fondo de un conflicto tan brutal como el de los Balcanes, que el resultado es, cuanto menos, un producto frívolo de mal gusto...
Silbidos y abucheos para Penélope y 'Volver a nacer'
21 comentarios G. S. N.
Era una de las películas más esperadas. La fórmula de la novela de Margaret Mazzantini, llevada al cine por su marido, Sergio Castellito e interpretada por Penélope Cruz había funcionado en No te muevas. Pero Volver a nacer, presentada ayer en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián provocó silbidos y abucheos en el pase para la prensa. La historia de una mujer italiana enamorada apasionadamente de un bosnio hippye y que se obsesiona con ser madre reúne todos los elementos propios de un culebrón venezolano. Hay amores cruzados, versos soltados a tiempo y a destiempo, hijos que no conocen a su padre, madres que no conocen a sus hijos, mucho sexo… y una guerra. La película se propone, sin duda, lanzar un mensaje de paz, de respeto a la vida, de reconciliación. Pero lo hace de una manera tan recargada, tan cursi, tan impostada, con unos subrayados melodrámaticos tan insistentes y con el fondo de un conflicto tan brutal como el de los Balcanes, que el resultado es, cuanto menos, un producto frívolo de mal gusto...
