En vez de verano parece que estamos en plena primavera. Esta "flor" es una muestra de lo que digo, a juzgar por su "esplendoroso florecimiento".
Si alguno de los chicos y las chicas del siglo XXI, algún día llegasen a leer este mensaje, podrían llegar a pensar que a la tal Milagros que escribía en el foro de Alconchel, se le había ido la olla, pues esta flor de la foto no tiene ni cáliz, ni corola, ni estambres, ni pistilos. Pero no, aún no se me ha ido el puchero. Porque aunque le falte todo lo dicho anteriormente, esto es una FLOR.
Estas flores, para el que no lo sepa, eran de madera maciza y se utilizaban cuando yo era pequeña, para ponerlas encima del queso manchego que se hacía sobre un entremiso, también de madera, con el fin de apretar muy bien apretada la cuajada, ayudar así a sacar todo el posible suero que podía quedar mezclado con ella, y dejar marcadas las rayas labradas en una de sus caras en el futuro y riquísimo queso manchego que más tarde y una vez curado, podríamos comer acompañado de un "cacho pan" y una bota de vino (a mí me gusta el tinto).
Ahora ya no sé si se utilizan para estos menesteres, aunque sé que unas Flores tan antiguas como esta de la foto o más, estaban expuestas en ARCO, en Madrid, y las vendían para utilizarlas como salvamanteles, y también como manteles individuales. Vamos, que ya os estoy dando la idea del regalo que podéis hacer a los novios de la próxima boda a la que estéis invitados. ¡De original, lo és, y mucho!
Besetes pá tós.
Si alguno de los chicos y las chicas del siglo XXI, algún día llegasen a leer este mensaje, podrían llegar a pensar que a la tal Milagros que escribía en el foro de Alconchel, se le había ido la olla, pues esta flor de la foto no tiene ni cáliz, ni corola, ni estambres, ni pistilos. Pero no, aún no se me ha ido el puchero. Porque aunque le falte todo lo dicho anteriormente, esto es una FLOR.
Estas flores, para el que no lo sepa, eran de madera maciza y se utilizaban cuando yo era pequeña, para ponerlas encima del queso manchego que se hacía sobre un entremiso, también de madera, con el fin de apretar muy bien apretada la cuajada, ayudar así a sacar todo el posible suero que podía quedar mezclado con ella, y dejar marcadas las rayas labradas en una de sus caras en el futuro y riquísimo queso manchego que más tarde y una vez curado, podríamos comer acompañado de un "cacho pan" y una bota de vino (a mí me gusta el tinto).
Ahora ya no sé si se utilizan para estos menesteres, aunque sé que unas Flores tan antiguas como esta de la foto o más, estaban expuestas en ARCO, en Madrid, y las vendían para utilizarlas como salvamanteles, y también como manteles individuales. Vamos, que ya os estoy dando la idea del regalo que podéis hacer a los novios de la próxima boda a la que estéis invitados. ¡De original, lo és, y mucho!
Besetes pá tós.
