Me voy a cenar con Manolito, así que hasta otro momento. Un beso para todos y buen provecho, aunque seguro que más de uno ya ha cenado. ¡No como yo, que ceno a las tantas!
—Manolito, ¿por qué no regaste el jardín?
—Porque está lloviendo a cántaros.
—No seas vago, hombre, aquí tienes un paraguas.
—Manolito, ¿por qué no regaste el jardín?
—Porque está lloviendo a cántaros.
—No seas vago, hombre, aquí tienes un paraguas.