Oremos por el alma de Ángel Torrijos Gonzáles que falleció el día 21 de julio de 2012. Descanse en paz.
Padre nuestro que está en el cielo, santificado sea tu nombre...
Padre nuestro que está en el cielo, santificado sea tu nombre...
Recordando a mi tío Ángel voy a escribir algo "condensado" de lo que escribió Herbert Welch, el obispo más viejo de la Iglesia Metodista que nació el 7 de noviembre de 1862 y a la edad de cien años escribió, entre otras cosas, este mensaje de profunda fe y esperanza.
UN MUNDO INACABADO.
"La vida era sencilla hace cien años. Entonces resultaba más fácil creer en las antiguas máximas. Ahora estamos en una era de crítica y duda. De toda la masa de conocimientos con que tenemos que tratar hoy, he intentado fijar en mi pensamiento y en mi vida cierta clase de unidad. El resultado, en mi caso, ha sido el convencimiento de que el hecho más grande en el universo de Dios es el propio Dios, de que la mayor necesidad de nuestra especie humana es la de conocer a Dios y de que el supremo propósito en todas las actividades de Dios es revelarse plenamente a los hijos de los hombres para que contemplando la "hermosura del Señor" puedan aprender a inquirir en Su templ, y a rendirse a Su voluntad...
UN MUNDO INACABADO.
"La vida era sencilla hace cien años. Entonces resultaba más fácil creer en las antiguas máximas. Ahora estamos en una era de crítica y duda. De toda la masa de conocimientos con que tenemos que tratar hoy, he intentado fijar en mi pensamiento y en mi vida cierta clase de unidad. El resultado, en mi caso, ha sido el convencimiento de que el hecho más grande en el universo de Dios es el propio Dios, de que la mayor necesidad de nuestra especie humana es la de conocer a Dios y de que el supremo propósito en todas las actividades de Dios es revelarse plenamente a los hijos de los hombres para que contemplando la "hermosura del Señor" puedan aprender a inquirir en Su templ, y a rendirse a Su voluntad...
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La naturaleza, la única parte del universo donde el Creador puede operar sin la terca interferencia del hombre, ofrece muchas sugerencias útiles respecto a la voluntad y los medios de Dios.
Por ejemplo, veo que este mundo es un mundo inacabado. Es como el palacio de Aladino, construído por arte de magia, con una ventana desnuda y simple, mientras las otras once resplandecían de pródiga ornamentación, sólo por proporcionar al rey el placer de poner el toque final sobre esta maravilla de esplendor. Así Dios reserva al hombre el honor y la gloria de compartir su trabajo creador. Dios proporciona el hierro; el hombre lo convierte en distintas formas de poder y utilidad. Dios hace la rosa silvestre; Dios y el hombre crean juntos una especie como la "American Beauty"....
La naturaleza, la única parte del universo donde el Creador puede operar sin la terca interferencia del hombre, ofrece muchas sugerencias útiles respecto a la voluntad y los medios de Dios.
Por ejemplo, veo que este mundo es un mundo inacabado. Es como el palacio de Aladino, construído por arte de magia, con una ventana desnuda y simple, mientras las otras once resplandecían de pródiga ornamentación, sólo por proporcionar al rey el placer de poner el toque final sobre esta maravilla de esplendor. Así Dios reserva al hombre el honor y la gloria de compartir su trabajo creador. Dios proporciona el hierro; el hombre lo convierte en distintas formas de poder y utilidad. Dios hace la rosa silvestre; Dios y el hombre crean juntos una especie como la "American Beauty"....
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Parece como si la naturaleza ofreciese a la vez un reto y una oportunidad.
Este mundo, tal como Dios lo hizo, es un mundo mixto. Los poetas cantan acertadamente sus encantos, pero hay regiones que carecen de ellos. Junto a lo hermoso está lo horripilante, lo grotesco, incluso lo feo. Hay fértiles llanuras que cultivar y minas que descubrir, pero hay también ciénagas y desiertos...
Parece como si la naturaleza ofreciese a la vez un reto y una oportunidad.
Este mundo, tal como Dios lo hizo, es un mundo mixto. Los poetas cantan acertadamente sus encantos, pero hay regiones que carecen de ellos. Junto a lo hermoso está lo horripilante, lo grotesco, incluso lo feo. Hay fértiles llanuras que cultivar y minas que descubrir, pero hay también ciénagas y desiertos...
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En una palabra, Dios no ha hecho un mundo en el que la seguridad, el ocio, y la felicidad sean los más altos logros, sino más bien un mundo de vigilia, de trabajo, de lucha, y de sufrimiento, como parte normal de la vida entera. Veo, para mi satisfacción, que Dios ha establecido una sociedad, no ya de agradables títeres y alegres buscaplaceres, sino de hombres y mujeres cuyo carácter ha sido modelado a través de conflictos, dudas, dificultades y quizá derrotas...
En una palabra, Dios no ha hecho un mundo en el que la seguridad, el ocio, y la felicidad sean los más altos logros, sino más bien un mundo de vigilia, de trabajo, de lucha, y de sufrimiento, como parte normal de la vida entera. Veo, para mi satisfacción, que Dios ha establecido una sociedad, no ya de agradables títeres y alegres buscaplaceres, sino de hombres y mujeres cuyo carácter ha sido modelado a través de conflictos, dudas, dificultades y quizá derrotas...
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La vida, como Dios la proyectó, no es una guardería para mimar perpetuos infantes, sino una escuela para la educación de los adultos. Me llama después la atención otro hecho de la naturaleza: los procesos más creativos son suaves, avanzan casi a pasos infinitesimales. Hay cataclismos ocasionales que provacan cambios útiles, pero ¡a costa de qué destrucción! La evolución, y no la revolución, es el orden que prevalece....
La vida, como Dios la proyectó, no es una guardería para mimar perpetuos infantes, sino una escuela para la educación de los adultos. Me llama después la atención otro hecho de la naturaleza: los procesos más creativos son suaves, avanzan casi a pasos infinitesimales. Hay cataclismos ocasionales que provacan cambios útiles, pero ¡a costa de qué destrucción! La evolución, y no la revolución, es el orden que prevalece....
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El verano se va desvaneciendo imperceptiblemente en el otoño. Las flores y los frutos crecen lentamente de la semilla. El ro ble construye pacientemenete su tronco anillo por anillo. La humilde hierba no hace ruido al alfombrar la tierra. Los grandes avances de la Naturaleza, tales como las modificaciones del litoral, el levantamiento de las montañas, y el hundimiento de los valles, son tan lentos que apenas pueden observarse. Incluso la épica de la vida interior no está constituida por incidentes dramáticos como el embate del torrente de una montaña, sino más bien como el suave flujo de una corriente por la llanura....
El verano se va desvaneciendo imperceptiblemente en el otoño. Las flores y los frutos crecen lentamente de la semilla. El ro ble construye pacientemenete su tronco anillo por anillo. La humilde hierba no hace ruido al alfombrar la tierra. Los grandes avances de la Naturaleza, tales como las modificaciones del litoral, el levantamiento de las montañas, y el hundimiento de los valles, son tan lentos que apenas pueden observarse. Incluso la épica de la vida interior no está constituida por incidentes dramáticos como el embate del torrente de una montaña, sino más bien como el suave flujo de una corriente por la llanura....
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Nos gusta el progreso rápido. Meteríamos prisa a Dios. " ¡Cuánto tiempo, Señor, cuánto tiempo!" ¡Haz un milagro! Escribe Tus mandamientos en el firmamento con fuego y nubes! ¡Suprime las fuerzas del mal! ¡Danos la paz en nuestro tiempo!" Pero Dios responde a poquitos. Envía un Niño a redimir el mundo. La marcha hacia la justicia y la hermandad se realiza centímetro a centímetro, y no por kilómetros. Parece que ésa sea la forma preferida por Dios.
Otra lección del mundo de la Naturaleza de mi Padre es la tendencia natural a la diversidad. El camino de la vida conduce desde lo simple, homogéneo, amorfo, a la complejidad, heterogeneidad, variedad. El cuadro se asemeja a un árbol ramificado; cuanto más alta es la forma mayor es la diversidad. La armonía, más que la uniformidad, es la culminación del desarrollo...
Nos gusta el progreso rápido. Meteríamos prisa a Dios. " ¡Cuánto tiempo, Señor, cuánto tiempo!" ¡Haz un milagro! Escribe Tus mandamientos en el firmamento con fuego y nubes! ¡Suprime las fuerzas del mal! ¡Danos la paz en nuestro tiempo!" Pero Dios responde a poquitos. Envía un Niño a redimir el mundo. La marcha hacia la justicia y la hermandad se realiza centímetro a centímetro, y no por kilómetros. Parece que ésa sea la forma preferida por Dios.
Otra lección del mundo de la Naturaleza de mi Padre es la tendencia natural a la diversidad. El camino de la vida conduce desde lo simple, homogéneo, amorfo, a la complejidad, heterogeneidad, variedad. El cuadro se asemeja a un árbol ramificado; cuanto más alta es la forma mayor es la diversidad. La armonía, más que la uniformidad, es la culminación del desarrollo...
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Yo considero esto como una ilustración sugestiva más bien que como un programa. Pero no puedo resistirme a la idea de que, puesto que Dios no es un puñado de contradicciones, sino una unidad, los métodos que habitualmente utiliza en un campo puedan ser válidos en otros. A veces me pregunto si los estadistas, los sociólogos, los eclesiásticos no podrían hallar la sabiduría incrustada en ese mundo de suave movimiento y fantástica variación que les rodea.
¿Y qué otras convicciones -escribía aquel obispo-, aparte de las lecciones de la Naturaleza, he podido apreciar?
Entre las virtudes y gracias del ideal de la vida cristiana concedo casi el más alto valor a la humildad, la compasión (más que la simple tolerancia), el amor (por encima y mucho más allá de la llamada del deber), la participación (juntamiento) y el buen humor...
Yo considero esto como una ilustración sugestiva más bien que como un programa. Pero no puedo resistirme a la idea de que, puesto que Dios no es un puñado de contradicciones, sino una unidad, los métodos que habitualmente utiliza en un campo puedan ser válidos en otros. A veces me pregunto si los estadistas, los sociólogos, los eclesiásticos no podrían hallar la sabiduría incrustada en ese mundo de suave movimiento y fantástica variación que les rodea.
¿Y qué otras convicciones -escribía aquel obispo-, aparte de las lecciones de la Naturaleza, he podido apreciar?
Entre las virtudes y gracias del ideal de la vida cristiana concedo casi el más alto valor a la humildad, la compasión (más que la simple tolerancia), el amor (por encima y mucho más allá de la llamada del deber), la participación (juntamiento) y el buen humor...
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Adoro las simplicidades de Cristo: "Seguidme y os haré pescadores de hombres". He aprendido que la salvación no es un acontecimiento, sino un proceso. Y que lo mejor que podemos afirmara es que "hemos sido salvados", y que otros pueden juzgar probablemente mejor que nosotros. Ningún neófito ha alcanzado la plena madurez. SE requiere la verdad, el amor, y el tiempo para hacer un cristiano, una nación cristiana, una Iglesia cristiana.
En los últimos años mis ideas sobre la muerte han experimentado un cambio. Comúnmente, la miramos con dolor porque significa separación; con temor, debido a lo desconocido, y con resentimiento, por su aparente frustración de proyectos y esperanzas, su finalidad, su tradicional carácter como enemiga...
Adoro las simplicidades de Cristo: "Seguidme y os haré pescadores de hombres". He aprendido que la salvación no es un acontecimiento, sino un proceso. Y que lo mejor que podemos afirmara es que "hemos sido salvados", y que otros pueden juzgar probablemente mejor que nosotros. Ningún neófito ha alcanzado la plena madurez. SE requiere la verdad, el amor, y el tiempo para hacer un cristiano, una nación cristiana, una Iglesia cristiana.
En los últimos años mis ideas sobre la muerte han experimentado un cambio. Comúnmente, la miramos con dolor porque significa separación; con temor, debido a lo desconocido, y con resentimiento, por su aparente frustración de proyectos y esperanzas, su finalidad, su tradicional carácter como enemiga...
