3 meses GRATIS

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Gisela seguía con sus travesuras, una noche vio sentado...

Gisela seguía con sus travesuras, una noche vio sentado bajo un árbol grande, un joven llamado David comiéndose una manzana. Este joven siempre estaba de mal humor. Casi nunca se podía decir que David estuviera de buen humor. Se lamentaba de esto, se quejaba de lo otro, todo tenia falta. Varias veces al pasar por este prado Gisela lo había notado y pensó, - que pena, este joven que canta tan lindo y toca la flauta con tanto amor podría ayudar aliviar las penas de tanta gente que necesitan un minuto de alegría, como seria el regalo de su música. Pero con su mal humor apenas se le acercaba la gente.

Cada noche al pasar Gisela le tiraba una estrella para inquietarlo. Él no sabia de donde venia la estrella y por un rato se quedaba mirando el cielo. Noto como brillaba una más que los demás.

Esa noche que estaba anunciando la llegada del niño Rey, decidió hablarle, tal vez hace mucho tiempo debió de haberlo hecho. Al hablarle Gisela se dio cuenta que su expresión de mal humor solo era muestra de que era un joven serio, que tenia muchas preocupaciones y le preocupaba más que a otros los problemas de la aldea y de su familia, como las personas no mostraban interés por los problemas sus quejas parecían lamentos.