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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ... El público de los recitales de Segovia se componía...

MAGIA DE ANDRÉS SEGOVIA.

Cuando Andrés Segovia, un rechoncho septuagenario de aspecto bonachón, vestido de frac, entró lentamente, portando una hermosa guitarra en la mano, y se acomodó plácidamente sobre la banqueta, colocó el pie izquierdo sobre el escabel y contempló al público con expresión de benigna indulgencia, el murmullo de las conversaciones se apagaron y transcurridos quizás veinte segundos, y cuando el silencio fue total, el músico comenzó a mover sobre las cuerdas sus vigorosos dedos...

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A partir de ese momento, el auditorio quedó sumido en un singular e inolvidable hechizo. Se trata de Andrés Segovia, el más grande guitarrista clásico del mundo.
Para un principiante, pocos instrumentos son más fáciles que la guitarra. Es más, con sólo unos pocos y sencillos acordes en su repertorio, en la actualidad millones de personas en el mundo rasguean, pulsan o aporrean la guitarra, disfrutando enormemente...

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Pero tocar bien la guitarra es algo muy diferente. Es éste un instrumento que posee una vasta escala de de tonos y timbres, con una extensióntan intrincada y grande como la del violín. Por los años setenta Segovia practicaba cinco horas diarias para mantener su reconocida maestría artística...

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La aspiración principal de Andrés Segovia en la vida, desde que tenía quince años de edad, fue elevar la estimación pública por la guitarra a una altura comparable a la que él mismo sentía. El éxito logrado realizó y superó todos sus sueños más "imposibles", proporcionándole además una excelente posición...

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Cada uno de la mayoría de sus treinta long-plays (discos de larga duración) se han vendido en número que superaba ampliamente el millón de copias, produciéndole unos ingresos medios de noventa a cien mil dólares anuales a principios de los años setenta. Cuando contaba alrededor de ochenta años de edad, todavía ofrecía cada año entre cincuenta y setenta y cinco conciertos en Europa y los Estados Unidos, y en todos ellos, sin más publicidad previa que un anuncio de un para de centímetros en la prensa, las localidades se agotaban por completo, proporcionando al maestro hasta 250.000 dólares...

... El público de los recitales de Segovia se componía en su mayoría de gente joven, para la cual la música de guitarra parece tener un atractivo especial. "Me gusta", comentaba jovialmente Segovia, "hacerle la competencia a los Beatles". Pero los conciertos del maestro eran muy diferentes de los que ofrecían y ofrecen los conjuntos de hoy, bastante agitados, la verdad sea dicha. Si en los de Segovia se llegaba a oír algún sonido que fuese el de su propia música, el atista dejaba de tocar y esperaba tranquilamente a que se restablaciese el más absoluto silencio para reanudar su actuación...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
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En sus giras por el mundo, Andrés Segovia llevaba solamente una guitarra, porque eso era lo más que él podía atender personalmente. Dedicaba al instrumento el más solícito de los cuidados, llevándolo y trayéndolo personalmente de la sala de conciertos y regulando con esmero la temperatura de sus alojamiento, tanto por el bien de la guitarra como por su propia comodidad...