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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Como ya hemos dicho más de una vez, es costumbre, el...

Por fin llegó el tan esperado, por todos nosotros, día siete de mayo donde se recibió a la Banda de Música a las 18,30 h.

A las 19 h. alconcheleros y pedroñeros nos dábamos cita en el atrio de la iglesia para ver salir a la Virgen de la Cuesta de su iglesia para ser trasladada hasta su ermita.

LLegadas las 23,30 h. se dió comienzo al tradicional canto del Mayo en honor a la Virgen de la Cuesta, seguido de Las Folías y una Jota manchega.

Cuando daban las 12 de la noche comenzaron los Fuegos Artificiales, con el asombro y alegría reflejados en las caras de pequeños y mayores.

A las 0,30 h. daba comienzo de nuevo la Verbena Popular, esta vez amenizada por la orquesta 4º NIVEL.

Como ya hemos dicho más de una vez, es costumbre, el día 7 de mayo, cuando la Virgen es sacada a hombros de la iglesia, que la Banda de Música haga sonar el Himno Nacional y lo haga sobre los hombros de personas alconcheleras, casi siempre, mozos del pueblo; a continuación se procesiona haciendo un pequeño recorrido por algunas calles del pueblo, tomando por último el camino de La Puentecilla donde allí toman el relevo de los portadores alconcheleros, los mozos que han llegado desde Las Pedroñeras para subirla a la ermita.
Este recorrido lo hacen tanto alconcheleros como pedroñeros, y cuando se llega a la ermita y se coloca a la Virgen delante del Altar todos le cantamos una SALVE por muy cansados que lleguemos.
Muchas personas pasan delante de Ella para tocar su manto, rezar, pedir su bendición, y hacer fotos de los niños que por primera vez acompañan a sus padres en el recorrido.

Actualmente muchos pedroñeros y alconcheleros se desplazan en vehículos de cuatro ruedas, pero hace, años la mayoría de los pedroñeros llegaban a Alconchel en carros, galeras, y haciendo a pie el camino; algunos, cumpliendo una promesa subían la última cuesta del camino de rodillas, descalzos, y se dió tambien el caso de hacer el camino desde Las Pedroñeras con un costal de trigo al hombro.
Ahora las cosas han cambiado bastante, y a lo máximo que se llega respecto a los ofrecimientos y sacrificios es subir a la ermita descalzo.