EL ZORRO Y EL QUIRQUINCHO
Un día hicieron una sociedad el zorro y el quirquincho. El zorro dio su chacra al quirquincho para que la sembrara a medias.
Como el quirquincho tiene fama de ser poco inteligente, el zorro pensó que se aprovecharía de su trabajo, y le dijo:
-Este año, compadre, como es justo, será para mi todo lo que den las plantas arriba de la tierra y para usted lo que den abajo.
El quirquincho sembró papas. Tuvo una magnífica cosecha y al zorro le tocó una cantidad de hojas inservibles.
Al año siguiente el zorro, molesto por el mal negocio, le dijo a su amigo:
-Este año, compadre, como es justo, será para mi lo que den las plantas debajo de la tierra, y para usted lo que den arriba.
-Bien compadre, será como usted dice.
El quirquincho sembró trigo. Llenó su granero de espigas y al pobre zorro le tocó una cantidad de raíces inútiles.
" No me dejaré burlar más", pensó. Y le dijo al compadre:
-Este año, ya que usted ha sido tan afortunado con las cosechas anteriores, será para mi lo que den las plantas arriba y abajo de la tierra. Para usted será lo que den al medio.
-Bien compadre, ya sabe que respeto su opinión.
El quirquincho sembró maíz. Sus graneros se llenaron nuevamente de magnífica espiga y al zorro le correspondieron las flores y las raíces del maizal.
El zorro tuvo que vivir en la última miseria. Ese fue el castigo a su mala fe.
Un día hicieron una sociedad el zorro y el quirquincho. El zorro dio su chacra al quirquincho para que la sembrara a medias.
Como el quirquincho tiene fama de ser poco inteligente, el zorro pensó que se aprovecharía de su trabajo, y le dijo:
-Este año, compadre, como es justo, será para mi todo lo que den las plantas arriba de la tierra y para usted lo que den abajo.
El quirquincho sembró papas. Tuvo una magnífica cosecha y al zorro le tocó una cantidad de hojas inservibles.
Al año siguiente el zorro, molesto por el mal negocio, le dijo a su amigo:
-Este año, compadre, como es justo, será para mi lo que den las plantas debajo de la tierra, y para usted lo que den arriba.
-Bien compadre, será como usted dice.
El quirquincho sembró trigo. Llenó su granero de espigas y al pobre zorro le tocó una cantidad de raíces inútiles.
" No me dejaré burlar más", pensó. Y le dijo al compadre:
-Este año, ya que usted ha sido tan afortunado con las cosechas anteriores, será para mi lo que den las plantas arriba y abajo de la tierra. Para usted será lo que den al medio.
-Bien compadre, ya sabe que respeto su opinión.
El quirquincho sembró maíz. Sus graneros se llenaron nuevamente de magnífica espiga y al zorro le correspondieron las flores y las raíces del maizal.
El zorro tuvo que vivir en la última miseria. Ese fue el castigo a su mala fe.