Compramos energía a futuro

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ¡Cuánto tiempo sin escribir bajo esta fotooooooooo!...

¡Cuánto tiempo sin escribir bajo esta fotooooooooo! Muchos, muchos dias han pasado. Aquí escribí aquel día 5 de febrero de 2006 el siguiente mensaje, ¡Y tambien era domingo!:

"2006-02-05 10:07:55 Hola Girasol: Hoy que es domingo y que pronto llegará Jueves Lardero, ha venido a mi memoria Las Merendillas que preparábamos ese día ¡Con qué ilusión nos juntábamos el grupo de amigas para planear La Fiesta..! (en aquéllos años, seguíamos aquéllo de los chicos con los chicos y las chicas con las chicas, por lo tanto en aquéllos momentos de deliberación los chicos quedaban aparte)
Nos juntábamos después de salir de la escuela en algún pajar, en la cocina, que era la estancia principal de las casas de Alconchel, en las Cuatro esquinas, y si el tiempo no lo impedía, en La era de Evelio. Allí planeábamos lo que llevaríamos para celebrarlo, y a la hora que sería el FESTEJO. La base principal era la TORTILLA, aunque luego cada una podía llevar algo de su propia cosecha. A mí me gustaba preparar EL PIRULí de azúcar. Ja, ja, ja (años más tarde los del CHUPA-CHUPS debieron ver que aquéllo con un poco de MAQUILLAJE, podría ser un negocio rentable, y nos copiaron la idea. Ja, ja, ja)
Para hacer un buen PIRULÍ, yo preparaba ante todo, una buena porción de azúcar, que iba a comprar a casa de Francisco, PANCHUTE, o a casa de José, NEBOTE. En un cazo de cobre de aquellos de tres patas, que parecia de oro de lo limpio que lo tenía mi madre, vertía el azúcar y lo ponía en LA LUMBRE. El azúcar se iba deshaciendo lentamente, y mientras esperaba que el CARAMELO estuviese en su punto, hacía un CUCURUCHO con una hoja de papel de periódico; que en mi caso era LA MESTA, al que mi padre estaba suscrito. EL CUCURUCHO lo introducía por su parte mas fina en una botella de cristal, muy bien sujeto para que al echar EL CARAMELO no se cayese, pués ésto a parte de que nos dejaba sin PIRULÍ, podría ser muy peligroso por "LAS QUEMÁS, ¡que duelen muchíiisimo!. Cuando ya estaba el caramelo en su punto, lo vertía en el CUCURUCHO y esperaba que se enfriase un poco. Cuando ya tenía un poco de consistencia, le ponía UN PALOTE que previamente había lavado y que había ido a buscar al montón de LEñA DE CARRASCA, que mi padre tenía en una HACINA en EL CORRAL. Esperaba todavía un poco más, exactamente hasta que el azúcar estaba totalmente duro y EL PALOTE no se movía; en ése momento mojaba el papel con un poco de agua hasta que no quedaba ni rastro de él, y entonces venía lo bueno, que era darle EL PRIMER LENGÜETAZO para comprobar como había salido. EL PIRULí nos lo llevábamos a LA MERENDILLA, pero como era como las pilas de DURACEL, duraba, duraba, y duraba, y nosotras cada día lo metíamos en EL CABáS cuando íbamos a LA ESCUELA porque hasta que se terminaba formba parte de nuestros RECREOS o del tiempo que esperábamos a que llegase Doña María. No sé, si todavía se continúa haciendo lo de los PIRULíS; yo, que ya estoy entrada en años, alguna vez he hecho alguno por aquí por Barcelona, sobre todo cuando mis hijos eran pequeños, ¡claro que LA EXCUSAS están para algo... ¿o no?! Un beso para todos los alconcheleros y para los que lean este comentario- recordatorio. Milagros.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Además de los Pirulís que hacíamos con azúcar tostada, también hacíamos "llaves", "tijeras" y y cualquier figura que pudiésemos meter en el azúcar que habíamos puesto sobre un plato gtande o una fuente.
Lo hacíamos de la siguiente manera:
Poníamos bastante cantidad de azúar en una fuente, y colocábamos una llave o unas tijeras abiertas sobre el azúcar apretando un poco, para que al sacarlas con mucho cuidado quedase la marca de lo que habíamos puesto. Una vez que teníamos el azúcar tostado lo vertíamos ... (ver texto completo)