Cuando yo era pequeña, allá por los años 50, en el pueblo no había Bares: Había Casinos. Lo que yo no sabía entonces, era que la institución de casino, se debe a una prohibición oficial del juego en la República de Venecia.
Después de que un conocido clérigo volviera desnudo a su casa por haber perdido todo lo que poseía, el Gran Consejo veneciano decidió clausurar todas las salas de juego. Los jugadores empedernidos tuvieron que organizar timbas clandestinas en las villas de algunos aristócratas, las cuales fueron llamadas "casini" (Casas pequeñas) en italiano. De forma singular, la palabra se convirtió más tarde en casino.
No sé si en Alconchel se habrán hecho alguna vez timbas clandestinas, pero sé que los hombres, -entonces las mujeres no iban al casino- jugaban partidas a las cartas, como era la brisca y el tute entre otros juegos.
Al casino del pueblo era donde íbamos alguna vez los chicos y chicas, -cuando su madre se lo mandaba, a comprar medio litro, un litro, un cuartillo, o medio cuartillo de vino. Es una pena que no pueda recordar, a cuánto costaba el litro, en aquellos años...
Después de que un conocido clérigo volviera desnudo a su casa por haber perdido todo lo que poseía, el Gran Consejo veneciano decidió clausurar todas las salas de juego. Los jugadores empedernidos tuvieron que organizar timbas clandestinas en las villas de algunos aristócratas, las cuales fueron llamadas "casini" (Casas pequeñas) en italiano. De forma singular, la palabra se convirtió más tarde en casino.
No sé si en Alconchel se habrán hecho alguna vez timbas clandestinas, pero sé que los hombres, -entonces las mujeres no iban al casino- jugaban partidas a las cartas, como era la brisca y el tute entre otros juegos.
Al casino del pueblo era donde íbamos alguna vez los chicos y chicas, -cuando su madre se lo mandaba, a comprar medio litro, un litro, un cuartillo, o medio cuartillo de vino. Es una pena que no pueda recordar, a cuánto costaba el litro, en aquellos años...