Arquitectura y música en la Edad Media
Talamanca de Jarama, Madrid
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La peregrinación a Santiago de Compostela
Durante la Edad Media, la tumba del Apóstol, en la catedral de Santiago de Compostela, se convirtió en destino preferente de las peregrinaciones religiosas,...
La arquitectura de la baja Edad Media (siglos XI-XV) desarrolló dos estilos, llamados románico y gótico, que simbolizan momentos diferentes en el desarrollo de la sociedad medieval, coincidiendo respectivamente con el fenómeno del feudalismo y con el nacimiento de las ciudades y la vida urbana.
El estilo románico, que florece entre los siglos XI y XIII, produce edificios macizos y en penumbra, de gruesos y pesados muros, sin apenas orificios que permitan la entrada de luz exterior, arcos de medio punto y escasa elevación. Esta arquitectura era la expresión de una sociedad de fuertes creencias y muy inclinada al aislamiento y a la contemplación. Las peregrinaciones religiosas contribuyeron notablemente a la internacionalización del arte románico. En torno a las rutas de peregrinos se levantaron algunos de sus principales templos y monasterios. Buen ejemplo de ello son los que se levantan a lo largo del Camino de Santiago: San Isidoro en León, San Martín de Frómista y la propia catedral de Compostela.
El arte gótico surgió en Francia y se desarrolló entre los siglos XII al XVI. Refleja una actitud espiritual y un gusto completamente distintos. El ansia de elevación y luz, el horror a lo macizo caracterizan a este estilo. Torres de flechas que se elevan hasta lo más alto, arcos apuntados en ojiva que semejan dos manos unidas en oración y amplísimos vanos con vidrieras que representan lo opuesto a las minúsculas ventanas románicas, a veces simples saeteras, son características de este estilo.
Si la obra representativa del románico es el monasterio, el edificio donde el gótico alcanza su expresión más plena es la catedral, que se levanta en el centro de la gran ciudad, y cuya altura y magnificencia es el orgullo de sus ciudadanos. La evolución de la música medieval puede verse como un reflejo de ambos estilos arquitectónicos.
El canto gregoriano, con su hierática y serena melodía, es el producto de una sociedad que estaba convencida de que el hombre vive para Dios y para la eternidad. Lo mismo puede decirse del románico.
El paralelo del estilo gótico es la polifonía, música a varias voces que ascienden y descienden dinámicamente, elevándose hacia las alturas.
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El estilo románico, que florece entre los siglos XI y XIII, produce edificios macizos y en penumbra, de gruesos y pesados muros, sin apenas orificios que permitan la entrada de luz exterior, arcos de medio punto y escasa elevación. Esta arquitectura era la expresión de una sociedad de fuertes creencias y muy inclinada al aislamiento y a la contemplación. Las peregrinaciones religiosas contribuyeron notablemente a la internacionalización del arte románico. En torno a las rutas de peregrinos se levantaron algunos de sus principales templos y monasterios. Buen ejemplo de ello son los que se levantan a lo largo del Camino de Santiago: San Isidoro en León, San Martín de Frómista y la propia catedral de Compostela.
El arte gótico surgió en Francia y se desarrolló entre los siglos XII al XVI. Refleja una actitud espiritual y un gusto completamente distintos. El ansia de elevación y luz, el horror a lo macizo caracterizan a este estilo. Torres de flechas que se elevan hasta lo más alto, arcos apuntados en ojiva que semejan dos manos unidas en oración y amplísimos vanos con vidrieras que representan lo opuesto a las minúsculas ventanas románicas, a veces simples saeteras, son características de este estilo.
Si la obra representativa del románico es el monasterio, el edificio donde el gótico alcanza su expresión más plena es la catedral, que se levanta en el centro de la gran ciudad, y cuya altura y magnificencia es el orgullo de sus ciudadanos. La evolución de la música medieval puede verse como un reflejo de ambos estilos arquitectónicos.
El canto gregoriano, con su hierática y serena melodía, es el producto de una sociedad que estaba convencida de que el hombre vive para Dios y para la eternidad. Lo mismo puede decirse del románico.
El paralelo del estilo gótico es la polifonía, música a varias voces que ascienden y descienden dinámicamente, elevándose hacia las alturas.