El ejercicio del poder quedó confiado a los partidos políticos. De este modo Cánovas, desde la derecha del régimen, y Sagasta, desde la izquierda, intentaron la consolidación del sistema por medio del turno pacífico de ambos partidos.
Partido Liberal-Conservador
Antonio Cánovas del Castillo fue el líder del Partido Conservador hasta su asesinato en 1897. Otras figuras relevantes fueron Francisco Silvela y Francisco Romero Robledo, quienes se disputaron la jefatura del partido una vez desaparecido Cánovas.
El origen del partido se encontraba en el grupo de alfonsinos creado durante el Sexenio Democrático. Su ideología se basaba en un liberalismo conservador y entre sus bases sociales predominaban los grandes propietarios agrarios y la alta burguesía industrial y financiera con intereses coloniales.
Partido Liberal-Fusionista
El Partido Liberal-Fusionista o Partido Liberal, cuya figura central hasta 1903 fue Práxedes Mateo Sagasta, surgió de sucesivas incorporaciones de personalidades que habían tenido gran protagonismo durante el Sexenio Democrático. Entre sus principales dirigentes destacaron Manuel Alonso Martínez, Arsenio Martínez Campos y Segismundo Moret.
El progresismo de Sagasta era esencialmente de orden, es decir, contrario a todo lo que pusiera en peligro las bases socioeconómicas del régimen burgués. Durante la Restauración, abandonó la defensa de la soberanía nacional y aceptó la dinastía borbónica. Sin embargo, no renunció a la incorporación del sufragio universal masculino. En cualquier caso, el partido hundía sus raíces sociales en el alto funcionariado y las clases medias.
En 1881 los progresistas llegaron por primera vez al poder, llamados por la Corona, sin embargo, la falta de cohesión interna y la brevedad del período liberal impidieron a Sagasta desarrollar una política de reformas.
Partido Liberal-Conservador
Antonio Cánovas del Castillo fue el líder del Partido Conservador hasta su asesinato en 1897. Otras figuras relevantes fueron Francisco Silvela y Francisco Romero Robledo, quienes se disputaron la jefatura del partido una vez desaparecido Cánovas.
El origen del partido se encontraba en el grupo de alfonsinos creado durante el Sexenio Democrático. Su ideología se basaba en un liberalismo conservador y entre sus bases sociales predominaban los grandes propietarios agrarios y la alta burguesía industrial y financiera con intereses coloniales.
Partido Liberal-Fusionista
El Partido Liberal-Fusionista o Partido Liberal, cuya figura central hasta 1903 fue Práxedes Mateo Sagasta, surgió de sucesivas incorporaciones de personalidades que habían tenido gran protagonismo durante el Sexenio Democrático. Entre sus principales dirigentes destacaron Manuel Alonso Martínez, Arsenio Martínez Campos y Segismundo Moret.
El progresismo de Sagasta era esencialmente de orden, es decir, contrario a todo lo que pusiera en peligro las bases socioeconómicas del régimen burgués. Durante la Restauración, abandonó la defensa de la soberanía nacional y aceptó la dinastía borbónica. Sin embargo, no renunció a la incorporación del sufragio universal masculino. En cualquier caso, el partido hundía sus raíces sociales en el alto funcionariado y las clases medias.
En 1881 los progresistas llegaron por primera vez al poder, llamados por la Corona, sin embargo, la falta de cohesión interna y la brevedad del período liberal impidieron a Sagasta desarrollar una política de reformas.