Final del reinado de Isabel II
La insurrección militar y la derrota en Alcolea de las tropas leales a Isabel II provocaron la huida de la reina a Francia y su destronamiento; además, se formaron juntas revolucionarias locales por todo el país.
El proceso era similar al que se había producido en 1854, pero la correlación de fuerzas era más favorable a una nueva generación de políticos progresistas y demócratas, como Práxedes Mateo Sagasta o José Ruiz Zorrilla. Estos formaron un gobierno provisional junto con militares de corte unionista, como Juan Prim, Francisco Serrano o Juan Bautista Topete.
El gobierno provisional, apoyado por el ejército, se vio presionado por las juntas para tomar las primeras medidas. Estas estaban respaldadas en la calle por las milicias revolucionarias de los Voluntarios de la Libertad.
La insurrección militar y la derrota en Alcolea de las tropas leales a Isabel II provocaron la huida de la reina a Francia y su destronamiento; además, se formaron juntas revolucionarias locales por todo el país.
El proceso era similar al que se había producido en 1854, pero la correlación de fuerzas era más favorable a una nueva generación de políticos progresistas y demócratas, como Práxedes Mateo Sagasta o José Ruiz Zorrilla. Estos formaron un gobierno provisional junto con militares de corte unionista, como Juan Prim, Francisco Serrano o Juan Bautista Topete.
El gobierno provisional, apoyado por el ejército, se vio presionado por las juntas para tomar las primeras medidas. Estas estaban respaldadas en la calle por las milicias revolucionarias de los Voluntarios de la Libertad.