3 meses GRATIS

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Saber más...

Saber más

Un régimen democrático
La revolución de 1868 amplió la oferta política, marginó a los viejos moderados y favoreció una mayor participación ciudadana en la vida política. Esa nueva...
La revolución de 1868 se inició en Cádiz con un pronunciamiento militar, al que se unieron otras guarniciones del ejército y un amplio movimiento político y popular. Comenzaba así lo que para los coetáneos era una revolución «gloriosa», que habría de traer profundos cambios.

En el estallido de la revolución confluyeron causas políticas, ideológicas y económicas:

El descrédito de la monarquía y su identificación con sectores cada vez más reaccionarios.
La penetración del ideario democrático, de mayor tolerancia y secularización religiosas.
La crisis agraria y financiera de 1866.

Todo ello produjo un clima de conspiraciones, en las que participaron desde los carlistas a los demorrepublicanos y primeros socialistas, pasando por los progresistas y unionistas e, incluso, sectores de la familia real.

Los partidos de la oposición acabaron confluyendo en el Pacto de Ostende (1866) en torno a dos principios básicos: el rechazo de la dinastía borbónica y la convocatoria de Cortes Constituyentes mediante sufragio universal masculino.