PALOMA DE OJOS DULCES.
Néstor Zubeldía Barseló
Señora de la luz, virgen alada,
que te abrazan los vientos amorosos
y se empinan los montes más airosos
para auparte hasta Dios, resucitada.
La mañana madruga enamorada,
celosa de tus pasos misteriosos,
y el nardo y la azucena primorosos
te prestan su blancura inmaculada.
Paloma de ojos dulces y alto vuelo,
que cruzaste, vestida de hermosura,
la aduana del pecado original,
y hoy te alzan los ángeles al cielo:
acuna nuestra vida con ternura
y muéstranos tu rostro celestial.
Néstor Zubeldía Barseló
Señora de la luz, virgen alada,
que te abrazan los vientos amorosos
y se empinan los montes más airosos
para auparte hasta Dios, resucitada.
La mañana madruga enamorada,
celosa de tus pasos misteriosos,
y el nardo y la azucena primorosos
te prestan su blancura inmaculada.
Paloma de ojos dulces y alto vuelo,
que cruzaste, vestida de hermosura,
la aduana del pecado original,
y hoy te alzan los ángeles al cielo:
acuna nuestra vida con ternura
y muéstranos tu rostro celestial.