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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Pancracio Celdrán, en El libro de los Insultos dice:...

Pancracio Celdrán, en El libro de los Insultos dice:

"El refranero, asegura como dogma de fe que cada lunes y cada martes hay tontos en todas partes. Y es verdad. Como también es infinito el modo de manifestarse la tontez, tontuna o tontería, que no es sino la calidad o ejercicio de este arte inútil. En castellano, el número de frases hechas o expresiones adverbiales con protagonismo suyo es grande. El tonto ha dado en ser paradigma del insulto leve. Como sujeto inofensivo e inocuo, al tonto hispánico, como el tondo, el minchione, rintontito o mero stùpido italiano, sólo se le achaca lentitud de entendimiento. La voz en cuestión es término paradigmático
del insulto y del agravio en todos los idiomas y en todos los tiempos, siendo atemporal y universal su presencia. No hay lugar ni momento de la historia que no haya contado con un nutrido escuadrón, con una abigarrada tropa de memos, imbéciles, alelados, bobos, estúpidos y g.... llas, todos los cuales han hecho
alarde a lo largo de sus vidas más que de su malicia, de su innata torpeza y limitación intelectual. A esa limitación de la razón alude la lengua alemana cuando habla del tunte; o el húngaro, cuando describe al bobalicón y palurdo, a quien denomina tandi. Los clásicos griegos se referían a los tontos con la voz
aglaros, por su aspecto embobado de eterno deslumbramiento. Habitan el campo semántico del tonto especímenes y personajillos como Abundio y Pichote, Cardoso y el cojo Clavijo, Perico el de los Palotes, Panarra y Pipí, el tonto de Coria, el del Bote, el de Capirote, acompañados por el genial tontaina que tuvo
la ocurrencia de asar la manteca, o el tonto bolonio que creyéndose una lumbrera se pasaba de listo."