De acuerdooooooooooooooooo Rosaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Suerte que has pensado de venirte hasta la
ermita para que podamos gritar a gusto. Ya verás como gritando como energúmenas desechamos los sapos de las malas vibraciones y bajamos de aquí relajadas y con los pulmones llenos de aire sano, sanísimo y.... ¡los pelos alborotaossssssssssssss! Jajajajajaja