Se me olvidó.
No sé de quién lo aprendería yo, pero recuerdo que a mi me gustaba mucho coger el salitre de cualquier fachada del pueblo, llevar el puñaete hasta mi casa y tirarlo al fuego de la lumbre. ¡Eran mis fuegos artificiales particulares pues no veáis cómo chisporroteaban!
No sé de quién lo aprendería yo, pero recuerdo que a mi me gustaba mucho coger el salitre de cualquier fachada del pueblo, llevar el puñaete hasta mi casa y tirarlo al fuego de la lumbre. ¡Eran mis fuegos artificiales particulares pues no veáis cómo chisporroteaban!