En el mes de las flores, mes de María, no podía faltar esta conocida canción que todos los que son de mis yerbas (sesentones) cantábamos en la escuela y en la iglesia. Ahora, a la vez que la recuerdo, me viene a la cabeza las imágenes de la escuela, las ventanas, los bancos, los tinteros, las plumillas; cabases y plumieres, mapas y un montón de cosas más. Ahora sería buen momento para cantar los Mayos y también esta canción dedicándoselo a La Virgen de la Cuesta que siempre nos acompaña.
Venid y vamos todos
Venid y vamos todos /
Con flores a porfía/
Con flores a María, /
Que Madre nuestra es./
De nuevo aquí nos tienes/
Purísima Doncella,/
Más que la luna bella,/
Postrados a tus pies./
Venimos a ofrecerte,/
Flores del bajo suelo,/
¡Con cuánto amor y anhelo,/
Señora, tú lo ves!/
Por ellas te rogamos,/
Si no lo desmerecen,
Las que en la gloria crecen/
En cambio tu nos des./
No nos dejes un punto,/
Que el alma, pobrecilla,/
Cual fágil navecilla,/
Sin ti, dará al través,/
Tu poderosa mano/
Defiéndanos, Señora,/
Y siempre, desde ahora,/
A nuestro lado estés./
Que tengáis todos una feliz tarde. Milagros
Venid y vamos todos
Venid y vamos todos /
Con flores a porfía/
Con flores a María, /
Que Madre nuestra es./
De nuevo aquí nos tienes/
Purísima Doncella,/
Más que la luna bella,/
Postrados a tus pies./
Venimos a ofrecerte,/
Flores del bajo suelo,/
¡Con cuánto amor y anhelo,/
Señora, tú lo ves!/
Por ellas te rogamos,/
Si no lo desmerecen,
Las que en la gloria crecen/
En cambio tu nos des./
No nos dejes un punto,/
Que el alma, pobrecilla,/
Cual fágil navecilla,/
Sin ti, dará al través,/
Tu poderosa mano/
Defiéndanos, Señora,/
Y siempre, desde ahora,/
A nuestro lado estés./
Que tengáis todos una feliz tarde. Milagros