Parada de la procesión, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

(7 de Mayo de 2012)
Desde este momento
mi corazón se encuentra
tan embargado por tu Dulzura,
que te lo doy,
para que Tu lo guies
y para que lo coloques
en el Corazón de tu Hijo.

de Ricardo de San Lorenzo, siglo XIII
Entonces,
embriagado de tu amor,
ya no pienso en mi corazón,
y no sé pedirte otra cosa que el Tuyo.
Pero, vuelto en mí,
si te lo vuelvo a pedir,
me abrazas, oh Dulcísima.
Cuando yo te lo pido,
Tu sonríes,
y tu sonrisa me tranquiliza.
Oh, Robadora de Corazones,
¿Cuándo me devolverás el mío?
¿Quieres quedarte con el para siempre?