Llegando al nuevo pozo de abastecimiento de agua potable, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

Caminando entre la niebla por el Camino vecinal de Fuentelespino. Estamos llegando al nuevo pozo que abastece al pueblo de agua potable, junto al manantial de La Fuente Nueva.
Unos metros más adelante, a la derecha, se veía un tramo de la calzada romana que iba desde Alcalá de Henares a Cartagena (Complutum-Carthago Nova). En la actualidad, un majano de piedras de diferentes tamaños, algunas considerables, son los últimos vestigios de aquella importante vía romana de comunicación.

Pozo

Un pozo es un agujero, excavación o túnel vertical que perfora la tierra, hasta una profundidad suficiente para alcanzar lo que se busca, sea la reserva de agua subterránea de una capa freática o fluidos como el petróleo. Construidos con desarrollo y forma cilíndrica —en la mayoría de los casos—, se suelen asegurar sus paredes con ladrillo, piedra, cemento o madera, para evitar su deterioro y derrumbe, que podrían causar el taponamiento del pozo.

Tipología tradicional

Los pozos tradicionales para recoger agua suelen emplazarse en el entorno de las casas, bien en el patio de la vivienda (como el tradicional pozo artesiano) o en la zona común vecinal (con modelos específicos como los singulares «pozzi» de la ciudad de Venecia). Por seguridad y utilidad, el pozo se rodea a nivel de superficie con un brocal, a modo de pretil o parapeto, sobre el que se instala una polea o un cigüeño, para subir y bajar el recipiente, por lo general un cubo o balde. También se le suele colocar una tapadera para evitar que caiga suciedad en su interior o posibles accidentes.

El conjunto del pozo con el brocal y la polea se le conoce también como aljibe.

En las poblaciones donde, por filtración de aguas residuales, el nivel freático puede estar contaminado y el agua del pozo ya no es potable, puede seguir utilizándose para labores de limpieza y riego.

Ha quedado referencia arqueológica de pozos del siglo XII a. C. en Persia.
(12 de Agosto de 2020)