25 ptas. Sevilla'92 1992, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

Monedas Españolas de Juan Carlos I

Edad Contemporánea

Juan Carlos I

TERCER SISTEMA MONETARIO

Modelo 176

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - TIRADA - - - MBC - - - EBC - - SC

M441 25 Pesetas 1992 Madrid. 179.833.000 - - - - - - - - - - 0.4 € - 1 €
(1992)
Este último nació en Estridón (Dalmacia) hacia el año 340; estudió en Roma y allí fue bautizado. Su espíritu es enciclopédico: su obra literaria nos revela al filósofo, al retórico, al gramático, al dialéctico, capaz de pensar y escribir en latín, en griego, en hebreo; escritor rico, puro y robusto al mismo tiempo. A él se debe la traducción al latín del Antiguo y del Nuevo Testamento, que llegó a ser, con el titulo de Vulgata, la Biblia oficial del cristianismo.
Etimología: Jerónimo = Aquel que lleva nombre santo, viene del griego
"Prólogo" a su Comentario sobre Ezequiel.

La Iglesia católica ha reconocido siempre a san Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, por lo que fue nombrado patrono de todos los que en el mundo se dedican a explicar la Biblia; por extensión, se le considera el santo patrono de los traductores.

Murió el 30 de septiembre del año 420, a los 80 años. En su recuerdo se celebra el Día internacional de la Traducción.
Carta LXXXIV.

Finalmente, habiendo publicado Rufino sus Invectivas, Jerónimo, herido en lo más vivo, respondió con una Apología contra Rufino en el tono más acre y, a remolque de Teófilo de Alejandría en su polémica antiorigenista, caerá en expresiones violentas e injustas no solamente contra ciertos monjes recalcitrantes, sino contra el propio San Juan Crisóstomo. Cuando Rufino fallezca en 410, aún durará el encono de Jerónimo, que escribió lo siguiente:

Murió el escorpión en tierras de Sicilia...
...-
Durante su estancia en Roma, Jerónimo ofició de guía espiritual para un grupo de mujeres pertenecientes a la aristocracia o patriciado romano, entre quienes se contaban las viudas Marcela y Paula de Roma (esta última, madre de la joven Eustoquio, a quien Jerónimo dirigió una de sus más famosas epístolas sobre el tema de la virginidad). Las inició en el estudio y meditación de la Sagrada Escritura y en el camino de la perfección evangélica, que incluía el abandono de las vanidades del mundo...