El Capitán Trueno, ¡TRES CONTRA CINCO!, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

El Capitán Trueno

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El Capitán Trueno

Publicación

Formato
Cuaderno de aventuras,
Revista de historietas

Primera edición
1956-68

Editorial
Bruguera

Contenido
Tradición

Tebeo clásico español

Género
Histórico

Dirección artística

Creador (es)
Víctor Mora/Ambrós

Dibujante (s)
Ambrós, Ángel Pardo, Antonio Bernal

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El Capitán Trueno es una serie de historieta de aventuras, creada en 1956 por el guionista Víctor Mora Pujadas y el dibujante Miguel Ambrosio Zaragoza (Ambrós), que es la más exitosa de la historia del cómic español.

El protagonista es el Capitán Trueno, un caballero español de la Edad Media en tiempos de la Tercera Cruzada (postrimerías del siglo XII). Acompañado por sus amigos Goliath y Crispín, y en ocasiones también por Sigrid, novia de Trueno y reina de la isla de Thule, se dedica a recorrer el mundo en busca de aventuras que le permitan plasmar su condición de defensor de la justicia y liberador de los oprimidos.
(20 de Octubre de 1958)
Al llegar el día de la boda, se presentaron las traidoras hermanas, muy zalameras, deseosas de congraciarse con Cenicienta y participar de su dicha. Pero al encaminarse el cortejo a la iglesia, yendo la mayor a la derecha de la novia y la menor a su izquierda, las palomas, de sendos picotazos, les sacaron un ojo a cada una. Luego, al salir, yendo la mayor a la izquierda y la menor a la derecha, las mismas aves les sacaron el otro ojo. Y de este modo quedaron castigadas por su maldad, condenadas a...
Y, dicho esto, bajaron volando las dos palomitas y se posaron una en cada hombro de Cenicienta.
“Ruke di guk, ruke di guk;

no tiene sangre el zapato.

Y pequeño no le está;

Es la novia verdadera con la que va.”
Miró el príncipe el pie de la muchacha y vio que la sangre manaba del zapato y había enrojecido la blanca media. Volvió grupas y llevó a su casa a la falsa novia. “Tampoco es ésta la verdadera,” dijo. “ ¿No tienen otra hija?” – “No,” respondió el hombre. Sólo de mi esposa difunta queda una Cenicienta pringosa; pero es imposible que sea la novia.” Mandó el príncipe que la llamasen; pero la madrastra replicó: “ ¡Oh, no! ¡Va demasiado sucia! No me atrevo a presentarla.” Pero como el hijo del Rey insistiera,...
Miró el príncipe el pie y vio que de él fluía sangre. Hizo dar media vuelta al caballo y devolvió la muchacha a su madre, diciendo que no era aquella la que buscaba, y que la otra hermana tenía que probarse el zapato. Subió ésta a su habitación y, aunque los dedos le entraron holgadamente, en cambio no había manera de meter el talón. Le dijo la madre, alargándole un cuchillo: “Córtate un pedazo del talón. Cuando seas reina no tendrás necesidad de andar a pie.” Cortóse la muchacha un trozo del talón,...