Bolsa mochila, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

(8 de Julio de 2015)
Acabo de ser el gato de un caballero. Lo más divertido era ser gato faldero; me gustaría volver a probarlo.’
Gobolino apenas tuvo tiempo de dar un gran salto antes de que la torre se derrumbara en torno al barón y al caballero que seguían luchando entre las ruinas. Corrió y corrió hasta el límite de sus fuerzas. Luego se paró a descansar. Pensaba…
Conforme se desperezaba iba desenroscándose y la torre empezó a temblar. Tras un bostezo tremendo, el monstruo rugió con fuerza.
Alicia, llena de felicidad, corrió al encuentro de su enamorado, el cual la alzó sobre su caballo y, unidos, se adentraron en el bosque. En la torre, el caballero y el barón seguían luchando. Y hacían tanto ruido que el dragón se despertó.
Pero antes de que ella pudiera contestar, el barón desenvainó la espada e inició un duelo terrible con el otro pretendiente.

En aquel momento resono en el bosque el toque de una trompa: un caballo con su jinete se acercaba a galope tendido hacia la torre.

¡Ah! ¡Es mi amado! -exclamó Alicia, al tiempo que se precipitaba escaleras abajo.

Rosabel la siguió y, sollozando, se fue a su casa.