Compramos energía a futuro

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Millones de hojas por los suelos
Foto enviada por Qnk

La Enciclopedia Católica señala que el relato en sí no tiene valor histórico; es un romance pío, como tantos otros recopilados en los siglos V y VI. En cambio, la existencia de los tres mártires mencionados es un hecho histórico. La relación entre Cecilia y Valeriano, Tiburcio y Máximo, mencionados en las Actas, tienen quizá algún fundamento histórico.
El prefecto Turcio Almaquio condenó a ambos hermanos a la muerte. El funcionario del prefecto, Máximo, fue designado para ejecutar la sentencia. Pero se convirtió al cristianismo y sufrió el martirio con los dos hermanos. Cecilia enterró sus restos en una tumba cristiana. Luego la propia Cecilia fue buscada por los funcionarios del prefecto. Fue condenada a morir ahogada en el baño de su propia casa. Como sobrevivió, la pusieron en un recipiente con agua hirviendo, pero también permaneció ilesa en ... (ver texto completo)
El diálogo, según la tradición, transcurrió así:

Cecilia: Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio, si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí.
Valeriano: Muéstramelo. Si es realmente un ángel de Dios, haré lo que me pides.
Cecilia: Si crees en el Dios vivo y verdadero y recibes el agua del bautismo, verás al ángel.
Valeriano obedeció y ... (ver texto completo)
Actas de santa Cecilia.
Virgen Cecilia, de Hartmann Schedel (1493) en las Crónicas de Núremberg.
Estatua yacente de Cecilia en la catedral Sainte Cécile, en Albi (sur de Francia).
Enterramiento de santa Cecilia (1504-1506), del pintor boloñés Francesco Francia (1450-1517).
Santa Cecilia con un coro de ángeles, anónimo (siglo XVII).
Santa Cecilia, de Ambrosius Benson (1495-1550), en la Weiss Gallery. Hacia el año 480 aparecieron unas Actas de santa Cecilia anónimas, en latín.[3]

Fueron ... (ver texto completo)
La parte más antigua de esta catacumba fecha todos estos eventos al final del siglo II; por consiguiente, desde ese momento hasta la mitad del siglo IV es el período dejado abierto para el martirio de Cecilia: 180 a 350.

En las firmas del Concilio de Roma de 499 se menciona al templo de Cecilia como títulus sánctæ Cæcíliæ.
Ninguna de estas opiniones está suficientemente establecida, ya que las Actas de santa Cecilia (única fuente disponible) no ofrecen ninguna evidencia cronológica. La única indicación temporal segura es la localización de la tumba en la catacumba de Calixto, en inmediata proximidad a la antiquísima cripta de los papas, en la que fueron enterrados los papas Ponciano y Antero, y probablemente también Urbano I.
En otras fuentes occidentales de la baja Edad Media y en el Synaxaria griego, el martirio se sitúa en la persecución de Diocleciano (aunque se refiere probablemente a una mártir verdadera llamada Cecilia, africana, quien sufrió la persecución de este emperador, y su día se conmemora el 11 de febrero). P. A. Kirsch intentó fijar la fecha en el tiempo del emperador Alejandro Severo (229-230); Aubé, en la persecución de Decio (249-250); y Kellner, en la de Juliano el Apóstata (362).
Venancio Fortunato, obispo de Poitiers muerto en el año 600, en su libro Miscellánea (1.20 y 8.6) escribió que entre los años 176 y 180 (en la época del emperador Marco Aurelio) había muerto una Cecilia en la isla de Sicilia. Ado de Viena, en su Martirologio del año 858, incluye a Cecilia de Roma para el día «22 de noviembre» y sitúa el momento de su muerte en el reinado de Marco Aurelio y Cómodo (aproximadamente hacia el año 177). De Rossi (en Sotterránea de Roma, 2.147) sugiere que la declaración de Venancio Fortunato es la más segura históricamente. ... (ver texto completo)
De Rossi localiz¨® el sepulcro de Cecilia en las catacumbas de Calixto, en una cripta adjunta a la capilla de la cripta de las papas; un nicho vac¨ªo en una de las paredes que probablemente conten¨ªa un sarc¨®fago. Entre los frescos posteriores que adornan la pared del sepulcro, aparece dos veces la figura de una mujer ricamente vestida, y aparece una vez el papa Urbano I (quien ¨Dseg¨²n las Actas de santa Cecilia¨D hab¨ªa tenido una estrecha relaci¨®n con la m¨¢rtir).
Las primeras guías medievales de los sepulcros de los mártires romanos señalan su tumba en la Vía Apia, al lado de la cripta de los obispos romanos del siglo III.
En el mismo martirologio se la menciona el 16 de septiembre, con una nota topográfica: «Appiâ viâ in eâdem urbe Româ natale et passio sánctæ Cecíliæ virginia» (‘en la Vía Apia de la ciudad de Roma, nació y murió santa Cecilia virgen’). El 16 de septiembre podría ser el día del entierro de la mártir. La fiesta de la mártir que se menciona el 22 de noviembre, en cuyo día se celebra todavía, fue preservada en el templo dedicada a ella del barrio del Trastévere en Roma. Por consiguiente, su origen probablemente ... (ver texto completo)
Pero evidentemente se trata una adición equivocada y tardía, debido al hecho de que este Tiburcio, que fue enterrado en la Vía Labicana, fue identificado erróneamente con Tiburcio, el cuñado de Cecilia mencionado en las Actas de santa Cecilia.
Referencias históricas.
La referencia histórica más antigua sobre Cecilia se encuentra el Martyrologium hieronymianum, lo que indica que en el siglo IV la Iglesia romana ya la conmemoraba. En este martirologio de Jerónimo su nombre se menciona el 11 de agosto, que es la fiesta del mártir Tiburcio.