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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Desde mi terraza, lo que veo
Foto enviada por cuenka

Tritón deja de soñar, - le decía su madre pacientemente. "Nunca podrás vivir dentro del mar, tú no eres una sardina, ni una gamba, ni un alga, ni una caracola de mar. Eres solamente un niño".
Pero todo era un sueño, sólo un sueño imposible.
Muchas noches tritón se quedaba mirando al horizonte. Soñaba con lanzarse al agua y pasearse por el fondo del océano, hablar con los langostinos y jugar al escondite con las medusas. A Tritón le gustaría diluirse en el agua salada y desparecer entre los arrecifes, y así poder observar a los tiburones y a las rayas, quería ver atardecer desde las profundas y cristalinas aguas de la costa.
¡Ay Tritón que cosas tienes! - reía su amiga - Sólo es un banco de sardinas saltarinas.
¡Mirad, un río de plata! Centenares de sardinas brillaban bajo los rayos del sol girando de repente dibujando un relámpago plateado.
A veces, algunas se posaban en sus hombros y sobre su cabeza para poder saborear su piel salada y respirar su brisa fresca. En el colegio, Tritón tenía dos amigos: Delfín y Coral, con los que cada sábado iba al espigón a pescar.
Así estoy preparado para sumergirme en el océano de la vida moderna, decía con optimismo. Cuando Tritón salía a pasear siempre iba rodeado de gaviotas que revoloteaban a su alrededor.
Ya fuera invierno o verano, Tritón siempre usaba bañador a rayas y calzaba unos pies de pato.
Cuento infantil. El niño de mar.

Erase una vez un niño de ojos azules como el mar, dientes como las perlas del tesoro de los piratas, cabellos blancos y rizados como la espuma que se escurre entre las rocas del litoral, y piel del color de la arena mojada una tarde de verano.

Su nombre Tritón y su apellido Atlántico. Cuando Tritón reía, era como oír cientos de delfines pegando grititos alegremente. Cada mañana para desayunar, Tritón comía galletas de algas y un vaso de leche de ballena.
La ridícula idea de no volver a verte - Rosa Montero

La verdad es que el último libro de Rosa Montero es de difícil clasificación. ¿Es un ensayo? ¿Es narrativa? ¿Es una biografía? Quizá una mezcla de los tres y algo más, una narración híbrida para un libro notable.
La semana pasada tuvimos la suerte de hablar con la autora y desgranar con ella las claves del texto. Gestado en sus inicios como un prólogo al diario de Marie Curie, notas que empezó a tomar tras la muerte de su marido Pierre, La ridícula idea de no volver a verte pronto cambia, muta, y toma conciencia propia, convirtiéndose en una narración donde Rosa Montero nos enseña retazos de la vida de Curie y a la vez pone gran parte de sí misma en una obra donde la muerte, el duelo, pero también la vida, la energía y la ligereza, forman un camino por el que perderse.
Montero usa un lenguaje directo, habla al lector de manera sincera y sin tapujos. En este sentido, el libro se comparte con el autor, participamos de su visión y de sus confesiones. Como nota novedosa, Montero introduce una serie de hashtags al más puro estilo tuitero, que usa para remarcar las ideas que le parecen más importantes (como la #intimidad, #honraralpadre o las #palabras) que sirven también para hacerse un mapa visual de la narración.
¿Y qué nos cuenta? Un poco de todo. Admiración por alguien del intelecto y la pasión de Marie Curie, por su fuerza y su valentía, pero también nos destaca esa parte humana, ese lado torturado desde el amor perdido, del sinsentido que resulta enfrentarse a la ausencia y al silencio de una parte de nosotros. Montero proyecta su propio duelo, sus propias historias, que son, al fin y al cabo, universales.
En definitiva, un libro peculiar, personal, cargado de una intensidad poco habitual y que sirve para hacernos reflexionar sobre la vida, la muerte y el amor. Ahí es nada. Apenas doscientas páginas que contienen algo inmaterial y precioso, un trocito del alma de Rosa Montero. Aprovéchenlo. Les vendrá bien.

Nació el mismo año que tú. ... (ver texto completo)
¿Ves? Ahora ya sé que no son andaluzas.... Y no te rías, ni me digas tiquismikis, pero.... Baldemoro no es Baldemoro, sino Valdemoro, hermosa, Valdemoro, con Uve de Valencia ¿O nooooooooooooo? ¡Ay la osti, qué no lo sé!
Caramba, que tienes razón, jejejje que es con Uveeeeeeeeeee, jejejje, eso pasa por no mirar, y como en el teclado están tan junticas, jejejje, pasa lo que "ha pasao".
Casi, casi, pero son tierras murcianas y un poco alicantinas, jejeje (que nó entre Pinto y Baldemoro, jejejeje)
¿Ves? Ahora ya sé que no son andaluzas.... Y no te rías, ni me digas tiquismikis, pero.... Baldemoro no es Baldemoro, sino Valdemoro, hermosa, Valdemoro, con Uve de Valencia ¿O nooooooooooooo? ¡Ay la osti, qué no lo sé!
¡Vale, no se hable más! Son aguas andaluzas, aunque como fallo más que una escopeta de feria, porfa, si me equivoco, corrígeme y dime de dónde son. Venga, besetes para las hijas y para la mamá. Muakssssssssssssss
Casi, casi, pero son tierras murcianas y un poco alicantinas, jejeje (que nó entre Pinto y Baldemoro, jejejeje)
Tararíiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, jejeje, que más quisiera yo que ver esto desde mi terraza de Qka, esta terrazaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, no es mía pero como si lo fuese, jejejje, es de una de mis hijas, ellas ahora viven donde les gusta, y sobre todo donde trabajan que no es poco.
¡Vale, no se hable más! Son aguas andaluzas, aunque como fallo más que una escopeta de feria, porfa, si me equivoco, corrígeme y dime de dónde son. Venga, besetes para las hijas y para la mamá. Muakssssssssssssss
¿Desde tu terraza, Cuenkaaaaaaaaaaaaaaaaa? Vale, vale, desde tu terraza, pero no me dirás que la terraza está ubicada en Alconchel, porque si es así.... ¡Yo me he perdido algoooooooooooooooooo!
Que yo sepa, los "únicos mares" alconcheleros son de color verde, y este color lo dan los trigales y cebadales cuando es primavera, así que ya me dirás de dónde son estos mares de la foto, mozonaaaaaaaaaaaa...
Besetes guapa.
Tararíiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, jejeje, que más quisiera yo que ver esto desde mi terraza de Qka, esta terrazaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, no es mía pero como si lo fuese, jejejje, es de una de mis hijas, ellas ahora viven donde les gusta, y sobre todo donde trabajan que no es poco.