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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

¡Olé! en la fiesta de La Virgen

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Caminaban durante el día, mendigaban si era preciso, y buascaban el transporte en trenes de mercancías y extendían sus capas en cualquiere plaza de pueblo con un cartel que proclamaba su condición de maletillas hambrientos...
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"Comíamos bellotas, piñones y espárragos trigueros, y en los momentos malos nos alimentábamos del mismo pasto que los toros. Fue una temporada de aventuras". -Decían a la menor ocasión...
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A veces hacían "auto-stop" y viajaban en camiones de grano, de madera, de ganado, en fin, lo que salía...
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Caminaban durante el día, mendigaban si era preciso, y buascaban el transporte en trenes de mercancías y extendían sus capas en cualquiere plaza de pueblo con un cartel que proclamaba su condición de maletillas hambrientos...
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Tras haber pasado 10 días por la cárcel donde entra por "pequeños hurtos". Cuando saió buscó nuevos horizontes y marchó acompañado de su amigo Juan.
"No hay carretera, campo, camino ni pueblo que no conozcan nuestros pies -solía decir Juan-.Ëramos linbres como pájaros"...
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A veces hacían "auto-stop" y viajaban en camiones de grano, de madera, de ganado, en fin, lo que salía...
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Tras haber pasado 10 días por la cárcel donde entra por "pequeños hurtos". Cuando saió buscó nuevos horizontes y marchó acompañado de su amigo Juan.
"No hay carretera, campo, camino ni pueblo que no conozcan nuestros pies -solía decir Juan-.Ëramos linbres como pájaros"...
BRINDIS.

Brindo, señores, por la alegría
por la jarana, por el amor,
por los muchachos jacarandosos,
y por las copas del buen licor.

Por la guitarra, por las canciones
y por los toros, y por el sol,
y por los pechos enamorados ... (ver texto completo)
Bueno guapos y guapas. Me despido de vosotros hasta mañana que ya me voy a cenar, no vaya a ser que esta noche en vez de CORRIDA tengamos TOROSSSSSSSS. Jajajajajajjajaa.

Un besete, buenas noches y hasta mañana si Dios quiere, que querrá... ¿Cómo no..., ehhhhh?
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El muchacho sabía el precio que debía pagar si era descubierto: una reprimenda poco amistosa de algún guarda de la dehesa o de la pareja de la Guardia Civil...
BRINDIS.

Brindo, señores, por la alegría
por la jarana, por el amor,
por los muchachos jacarandosos,
y por las copas del buen licor.

Por la guitarra, por las canciones
y por los toros, y por el sol,
y por los pechos enamorados ... (ver texto completo)
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El segundo lleva a las dehesas, por la noche, bajo la luna, y éste era el único que tenía abierto Manuel Benítez. Clausurado el primero, Manolo decidió introducirse "de incógnito" en las tierras de don Félix Moreno, ganadero de Palama del Río...
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El muchacho sabía el precio que debía pagar si era descubierto: una reprimenda poco amistosa de algún guarda de la dehesa o de la pareja de la Guardia Civil...
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Sólo dos caminos conducen al doctorado taurómaco: el de las tientas, bajo el mecenazgo de amigos poderosos, y el más o menos ilegal que emprende el maletilla...
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El segundo lleva a las dehesas, por la noche, bajo la luna, y éste era el único que tenía abierto Manuel Benítez. Clausurado el primero, Manolo decidió introducirse "de incógnito" en las tierras de don Félix Moreno, ganadero de Palama del Río...
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El Cordobés continuó la lidia con una serie de pases, y luego se apartó de su desconcertado adversario. El revuelto cabello se desbordaba
de la montera; sonriendo francamente como un niño feliz agradeció los aplausos de la afición, pero esa agradable mueca desapareció cuando descubrió en el toro el mismo reparo de que adolecía el toro que corneó mortalmente a Joselito. -Es tuerto del izquierdo- le dijo a Paco...
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Sólo dos caminos conducen al doctorado taurómaco: el de las tientas, bajo el mecenazgo de amigos poderosos, y el más o menos ilegal que emprende el maletilla...
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Rodeado por el tenso silencio de los tendidos, El Cordobés salió al ruedo. El bicho se arrancó y el espada lo embarcó en una chicuelina a la que siguió otra que hizo brotar el primer olé del graderío...
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El Cordobés continuó la lidia con una serie de pases, y luego se apartó de su desconcertado adversario. El revuelto cabello se desbordaba
de la montera; sonriendo francamente como un niño feliz agradeció los aplausos de la afición, pero esa agradable mueca desapareció cuando descubrió en el toro el mismo reparo de que adolecía el toro que corneó mortalmente a Joselito. -Es tuerto del izquierdo- le dijo a Paco...
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Paco Ruiz, el peón, se dió cuenta que el toro era muy ágil y seguro de remos, y comprendió enseguida que no buscaba la capa, sino el cuerpo. Desde el burladero, El Cordobésadvirtió que el astado derrotaba por el pitón izquierdo...
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Rodeado por el tenso silencio de los tendidos, El Cordobés salió al ruedo. El bicho se arrancó y el espada lo embarcó en una chicuelina a la que siguió otra que hizo brotar el primer olé del graderío...
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Después de media hora en el ruedo, sería imposible matarlo con arreglo a las normas clásicas de la tauromaquia, porque un toro (este era tuerto) -y en ello están de acuerdo los aficionados-, aprende más en media hora que un hombre en toda su vida...
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Paco Ruiz, el peón, se dió cuenta que el toro era muy ágil y seguro de remos, y comprendió enseguida que no buscaba la capa, sino el cuerpo. Desde el burladero, El Cordobésadvirtió que el astado derrotaba por el pitón izquierdo...
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El animal no sabía de la astucia del hombre. Venía de una plácida dehesa, pero en su cerebro anidaba un instinto mortal, fraguado en varias generaciones de toros bravos, para retar y destruir cualquier objeto que le amenazara...
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Después de media hora en el ruedo, sería imposible matarlo con arreglo a las normas clásicas de la tauromaquia, porque un toro (este era tuerto) -y en ello están de acuerdo los aficionados-, aprende más en media hora que un hombre en toda su vida...
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Cuando el toro levantó la cabeza, un paquete de músculos se contrajo en su cuello. Tenía unos cuernos afilados, de casi treinta centímetros,; unos cuernos capaces de arrancar un árbol, astillar una traviesa o sacar las entrañas de un hombre...
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El animal no sabía de la astucia del hombre. Venía de una plácida dehesa, pero en su cerebro anidaba un instinto mortal, fraguado en varias generaciones de toros bravos, para retar y destruir cualquier objeto que le amenazara...
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Seguía la lluvia. El Cordobés se situó delante de la puerta de toriles, y cuando el portón se abrió, "Impulsivo", el número 25, irrumpió furiosamente en la arena...
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Cuando el toro levantó la cabeza, un paquete de músculos se contrajo en su cuello. Tenía unos cuernos afilados, de casi treinta centímetros,; unos cuernos capaces de arrancar un árbol, astillar una traviesa o sacar las entrañas de un hombre...