Compramos energía a futuro

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

El mejor perfil de Paul
Foto enviada por cuenka

FÁBULA DE LA TRADICIÓN ORAL ESCANDINAVA
(Versión y traducción del boliviano: Víctor Montoya)

LOS ANIMALES Y LA FIESTA DEL CURA DE ENARE

Había una vez un cura en Enare. Era sabio y hablaba el idioma de los animales. Decían que aprendió en la soledad y en las alturas, allí donde no había gente con quien hablar, ni siquiera con los lapones, quienes iban a la Iglesia sólo en feriado y una sola vez por año.

Un día, sin embargo, el cura de Enare quiso hacer una fiesta. Y, al no existir gente ... (ver texto completo)
Tampoco se lo contó a su mamá. Bastante tenía con que “el padre de sus hijos”, como ella le decía, se hubiera ido con otra. Si le decía que su pequeñito también estaba enamorado, no lo resistiría.
Sí, la vida era un bolero complicado que no sabía entonar. Más que un sueño, una pesadilla. Pero, aunque el cuarto creciente de la luna, Arsenio Rodríguez y su tío Félix formaran un trío y cantaran a toda voz que todo es mentira, que nada es verdad, Evelyn le pertenecía. No sólo lo feo le iba a tocar. Evelyn era suya porque era una de esas princesas de los libros que leía y nadie más que él la podía rescatar. Con arco iris, tetitas y todo. Sólo ella le ajustaba la vista, la vida y el corazón. Nadie se la podía quitar.
En cuanto la luna llena saliera y se posara en la mata que sembró su abuelo antes de subir al cielo, Enriquito se convertiría en un hombre lobo y, auuuuuu, acabaría con la quinta y con los mangos. Y a otra cosa, mariposa.
Al día siguiente todos hablarían de eso. Nadie dejaría de comentar sobre la aparición de la fiera que acabó con media docena de alumnos del sexto grado. A nadie se le ocurriría pensar que Enriquito, que no mataba ni una mosca y no daba guerra alguna, se fuera a convertir en el enemigo público número uno. Ni Tony con sus ganas de ser científico, ni su padre que andaba con una jovencita, ni su mamá que quería que se quedara pequeñito.
Sólo Evelyn lo sabría. Él se lo diría. A solas. Mientras los demás huían. Le saldría al paso y le confesaría que sólo por ella era lobo. Un lobo capaz de matar por amor.
Fue entonces que la luna se encaramó en la mata de tamarindo.
Durante un minuto los blanquecinos reflejos le dieron en pleno rostro. Los ojos de Enriquito se clavaron fijos y con fiereza en un mismo deseo, y antes de que una fuerte conmoción lo lanzara por el piso, sintió que los pelos se le erizaban y que los colmillos no le cabían en la boca.

FIN ... (ver texto completo)
Félix había tenido una pila de fracasos amorosos. No obstante, cada vez que se empataba con él, le daba una pila de consejos respecto a cómo triunfar con las mujeres.
Según su tío y un tal Arsenio Rodríguez después que uno vive veinte desengaños, qué importa uno más, y entonces cantaba sin comprender que Enriquito no sabía de fracasos ni de mujeres ni de boleros. Lo de él eran las niña. En particular, una muchachita de sexto grado del aula de su hermano que tenía por sonrisa un arco iris.
Evelyn ... (ver texto completo)
Andresito era su reverso. Dos años mayor que él, daba batazos tremendos y podía dedicarse perfectamente al fútbol. A todo el mundo le caía bien y las muchachitas le pintaban fiesta para que les dijera algo, y hasta llegaban a disputarse el ser sus novias.
Como si fuera poco, Andresito era listo y fuerte y tenía unos ojos preciosos.
En realidad, no tenía por qué ser malo. Al menos con su hermano. Pero le gustaba hacer maldades y reírse de los que tenían defectos. Eso sí: nunca lo llamó Lechucita; ... (ver texto completo)
ENRIQUITO

Cuento de Felipe Oliva Alicea

a E. P. D., lobo y amigo.
(para niños de mas de 10 años)

En cuanto la luna llena se posara en la mata de tamarindo, Enriquito saldría al patio, se quitaría el pijama y, muerto de risa, se convertiría en lobo.
¡Auuuuuuuuuuuuuu!, aulló bajito, y se relamió pensando en la cara que pondrían los del sexto cuando lo vieran así.
Les haría pasar tremendo susto. Seguro se hacían caca. Pero lo tenían bien merecido. Así no se burlarían más de él y de su ... (ver texto completo)
RONDA DE LAS PALABRAS

Las palabras redondas burbuja y globo
jugaban a la mancha por la rotonda
cuando las puntiagudas punzón y clavo
de un pinchazo certero las desinflaron.

Arre ronda redonda por la rotonda.

Vinieron de visita avión y cohete
se pusieron al lado de barrilete
y volando volando como avionetas
a punzón le rasparon punta y lanceta.

Arre ronda redonda por la rotonda.

Llegaron más palabras casi cuadradas:
azulejo mosaico portarretratos
y otras verdes reverdes: árbol, avena
hoja selva alfalfa bosque y pradera.

Arre ronda redonda por la rotonda

Aparecieron otras muy barulleras
televisión serrucho martillo radio
y otras palabras altas, inalcanzables:
estrella cielo ozono sol Sagitario.

Arre ronda redonda por la rotonda.

Y al final de la ronda por la rotonda
se acoplaron palabras tiernas y buenas
corazón beso juego mamá caricia
tata ángel cumpleaños cuento y abuela.

Arre ronda que ronda arre redonda
Arre ronda que ronda por la rotonda.

Martha Dora Arias.
de “Voces de pájaros y sueños” ... (ver texto completo)
Las botas de la oveja Motita

La oveja Motita quería botas de goma para salir a caminar sin mojarse las patas los días de lluvia.
Fue a comprar unas lindas botas pero el Sr. Timoteo, el zapatero, le dijo que solo podía venderle botas para dos pies!

Motita la oveja dijo:
-Es una pena, yo tengo cuatro patas y necesito una bota para cada una...

El Sr. Timoteo le respondió:
-Lo siento, aquí vendemos botas para los pastores y ellos solo tienen dos pies... ... (ver texto completo)
FÁBULA DE LA TRADICIÓN ORAL ESCANDINAVA
(Versión y traducción del boliviano: Víctor Montoya)

¿POR QUÉ EL OSO NO TIENE RABO?

Había una vez un oso que se encontró con un zorro, que caminaba lentamente, llevándose un pescado que había robado.

- ¿De dónde sacaste ese pescado? -preguntó el oso.

-Fui a pescar en el lago, señor oso -contestó el zorro. ... (ver texto completo)
La familia Mosqueta

La Sra. Rosa Mosqueta era la mamá de una gran familia de pequeñas cabras. Todas eran muy traviesas. La mas pequeña llamada Rocío Mosqueta soñaba con ser azafata, pero su madre le decía:

-Rocío, tu no puedes ser azafata, las cabras fabricamos leche para hacer ricos quesos

Entonces Rocío, le dijo a su amigo Colibrí:
- ¿Puedes enseñarme a volar?

Su amigo Colibrí le respondió: ... (ver texto completo)
Sólo que estaban muy confundidas y nerviosas, porque, contradictoriamente, más allá de la inclemencia que se suponía tuvieran, aspiraban a ser felices en un mundo que, aunque no fuera el mejor, no estuviera bajo la égida de los hijos de probeta, y donde una bruja que se superara pudiera mandar al Cielo, al Paraíso o a otra parte, al mismo Diablo, y disfrutar de eso que algunos llamaban “una vida sana”.
Fue entonces que, como desprendida de una de las nubes violáceas que se habían detenido en torno ... (ver texto completo)
Ya en el cementerio, cuando la octava nube cercaba al cuarto de la luna creciente, ambas, acechantes, sintieron un poco de resquemor por lo que se veían compulsadas a hacer. ¡Habían sido tan amigas!
Pero… ¡No podían dar marcha atrás! Se chotearían. ¡Hasta podían ser expulsadas de la Unión de Brujas Horribles ¡El Diablo no les perdonaría ningún desliz al respecto: no soportaba a los nacidos bajo el signo de Piscis porque pensaban una cosa y hacían otra; y las dos, por esas cosas del destino, habían ... (ver texto completo)
Con verdadera pasión, premeditación, alevosía, mala fe y otros derivados, el rencor y el odio fueron surgiendo entre las jóvenes brujas que, más pronto que tarde, supieron que la cosa era de “ ¡O tú o Yo!” Emplazadas y vilipendiadas, quedaron convertidas en dos gladiadoras que, más que una plaza, se disputaban el sobrevivir eternamente y, ya de paso, ser nominadas para el prestigioso premio La Escoba de Oro.
Por supuesto, dado que habían estado juntas desde la Primaria hasta la Universidad, las ... (ver texto completo)
Muchas y fatigantes fueron las reuniones con ambas para hallar una solución decorosa, pero, nada: ninguna daba su escoba a torcer, por lo que, a la postre, compulsadas por chismes, chanchullos mal intencionados, se resquebrajó la afinidad entre las mismas y empezaron a caerse mal y a desdecir una de la otra, en un contrapunteo que dejaba mucho que desear y desdecía de la amistad inquebrantable que se tuvieron mientras que sus intereses no fueron afectados.
Como es lógico, el Consejo Técnico Asesor ... (ver texto completo)
Por otra parte, resultaba disparatado, poco prudente y contraproducente, quitar de su puesto a alguna de las “promesas” para ubicar a uno de los “monstruos” del curso, máxime cuando cualquiera de las “muchachitas” venía desarrollando una labor meritoria desde su graduación y nadie como ellas conocía con-cre-ta-men-te la manera de ser y las sinvergüenzuras de los moradores de los territorios en los que realizaban su ardua labor desestabilizadora, por lo cual, les gustara o no, una de las “brillantes” tendría que irse con su música, su escoba y sus calderos para…donde todo el mundo las mandaba y donde, ¡por favor!, no perjudicaran a nadie, principalmente a las jóvenes y complacientes promesas que, además trabajaban como unas mulas.
Si la Alta Esfera de la Brujería no encontraba dónde situar a la que causara Baja, que se quedara Cesante y sanseacabó: que se dedicara a pintar uñas o a vender cucuruchos de maní, o se convirtiera en una de las tantas mujeres del pueblo que devenidas en supuestas “amas de casa”, no tenían tiempo ni para hacer pipi.
Dicho y hecho, las que le envidiaban hasta la fealdad, no se cansaron de blasfemar de las mismas, acusándolas de un montón de cosas buenas que casi rayaban en lo angelical, y hasta llegaron a decir que no dudaban que fueran hadas infiltradas, propiciando el recelo de los dirigentes del Ministerio que, impacientes y nerviosos, estaban a punto de declararlas No CONFIABLES, o peor, regresarlas a Ultratumba por ser consideradas BRUJAS NO GRATAS. ... (ver texto completo)
EL DUELO DE LAS BRUJAS
Cuento de
Felipe Oliva Alicea
(para niños de mas de 10 años)

El duelo de las brujas era inevitable: una de las dos sobraba en aquel pueblo infernal en donde las habían situado por un lamentable error burocrático.
La situación era realmente enojosa. Perder el trabajo significaba quedarse en el aire o ir a dar a un pueblucho de séptima categoría en el que ninguna bruja que se respetara podía sentirse feliz. Las plazas buenas ya estaban ocupadas: habían sido otorgadas ... (ver texto completo)