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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

El mejor perfil de Paul
Foto enviada por cuenka

Con eso te digo que ellas viajan desde Australia a Nueva Zelanda, ignoro dónde están estos sitios, pero hay muchísimos planetas entre ellos.
Del asombro la araña se deslizó por su tela y estuvo a punto de caer pero reaccionó a tiempo y preguntó con un hilo de voz:
_ ¿Muchos planetas?..
_ ¡Pufff! –exclamó Titina y casi la hace volar con tela y todo.
_ ¿Puedo preguntarte algo?.. –susurró la arañita sujetándose.
_Por supu... Pregunta nomás...
_Me... me llevarías al espacio espacial?
_ ¿¡Llevarte!?..
_Sí, te aseguro que no peso casi nada ¡y vos sos tan fuerte!
Halagada por el elogio contestó:
_Te llevaría encantada pero no sé cuánto tiempo durará el viaje...
_Qué lástima, con lo que me gustaría volar... ¡Aunque fuera una vez!..
La voz era tan triste que Titina, conmovida, decidió:
_Está bien, no prometo llegar al espacio espacial pero sí dar un gran paseo, si te animás...
_ ¡Claro que me animo!
Y sin más ni más, saltó con tela y todo y se acurrucó entre las alas de Titina que tomó impulsó y salió volando.
Primero enfiló hacia arriba y por varios minutos ascendió, ascendió y as-cendió.
La colorada espiaba bien aferrada y bien quietecita.
De pronto, la mariposa comenzó a jugar con el aire, bajaba en picada, gi-raba a la izquierda, luego a la derecha, hacía un gran círculo y después una espiral que parecía no acabar y volvía a subir, a subir y a subir.
_ ¡Qué belleza, qué belleza! –repetía la pasajera
Titina se inflaba de orgullo.
Mostraba que era capaz de las piruetas más espectaculares y prendida a ella como una garrapata la araña exclamaba:
_ ¡Por los telares de mi abuela, qué maravilla! -Y sentía la cabeza girando como un C. D.
Hasta que Titina comenzó a notar cansancio y entonces voló como si baila-ra un vals, iba descendiendo con lentitud en un delicado movimiento ondu-lante, primero hacia un lado, después hacia el otro, igual que un péndulo, cada vez más bajo... más bajo... más bajo...
Hasta que se posó sobre un rosal y esperó.
Sorprendida al no oír nada murmuró:
_Hola arañita... hiujuuu... -Movió sus antenas preocupada y se pregun-tó: ¿la habré perdido en el camino?
Concentró su atención y entonces se dio cuenta de que su amiga pendía de un hilito y envuelta en su tela giraba y giraba y giraba... ¡mareada como un trompo!
Desde ese día Titina no buscó más aventuras espaciales, con su amiga reali-zaban espectaculares paseos sobre los jardines, a veces acariciaban alguna nubecita perdida o seguían las filas de los gorriones y cuando se cansaban... dormían la siesta en la punta del pino.

PARA LEEME UN CUENTO, CON MUCHO AMOR.- HEBE* ... (ver texto completo)
TITINA LA ASTRONAUTA
*
HEBE ZEMBORAIN

Titina es una mariposita muy traviesa y la mamá está preocupada porque no escucha sus recomendaciones:
Titina, no debes volar a poca altura. Titina, no te acerques a la gente. Titi-na, no te alejes demasiado, las mariposas deben estar muy atentas porque hay peligro en todas partes.
Sí, mami... - contesta ella poniendo los ojos hacia las nubes mientras piensa:
¡Cuántos no, no, no... es muy aburrido!
Y ni bien la madre se descuida, ya vuela entre los ... (ver texto completo)
De todas partes llegaban investigadores, sabios, profesionales y curiosos.

Hubo reuniones, juntas, congresos, simposios, convenciones y la mar en coche para

descifrar el misterio.

Sin resultado.

La leche guardó su secreto y el misterio siguió siendo el más misterioso de todos los
... (ver texto completo)
Timoteo pensaba que la música podría despertarle el hambre pero... cuando se le

escapaba algún alarido desafinado, ella le pegaba con la cola, lo miraba por una

fracción de segundo y volvía, embelesada, a contemplar el cielo a través de la puerta o por la ventana, según estuviera ubicada en el establo, pero siempre se las ingeniaba

para que sus ojos pudieran mirar el infinito con sol, nublado o con lluvia, le daba igual. El muchacho seguía con el ordeñe y su canto mientras miraba al cielo ... (ver texto completo)
Inconmovible, Prisca miraba hacia arriba, observaba las nubes, los pájaros, los mosquitos y las moscas pero no bajaba la cabeza ni por descuido.

Al fin, el chico optó por colocarle pasto a la altura de la boca para que se alimentara sin dejar su contemplación celestial y algo logró.

Prisca crecía soñando con las nubes.

Una mañana, Timoteo decidió ordeñarla.

Se sentó en su banquito y mientras realizaba la tarea cantaba a grito pelado unas

estrofas que los chicos habían inventado para mofarse de él:

"Prisca tiene una manía

que enfurece a su pastor

mira el cielo todo el día

y no baja al comedor.

Vamos, anda, pastorcito

si ella ama el arrebol

no le des tierno pastito,

sólo come... girasol.

Prisca, Prisca,

ya está bizca...

de tanto mirar al sol. ... (ver texto completo)
PRISCA

Don Victoriano Dosombúes tenía una granja con todo lo que de costumbre hay en una

granja: cerdos que hacían "honk... honk... honk..." como bocinas antiguas, patos

comiquísimos con su andar patuno, gallinas seguidas por largas filas de yemitas,

gansos, gatos, perros, cabras, caballos y vacas.
... (ver texto completo)
La Isla

Si ya, té arrojastes por la borda,
¡nada, “lector”... - nada!.
Hacia esa isla, llamada felicidad.
y no escuches, las voces...
que desde el barco, te arrojan,
salvavidas y cuerdas.
Lo tuyo; no fue una decisión-
tomada a la ligera. ... (ver texto completo)
El extraterreste llamado Outololopulus

Feo y de ojos saltones
que al más confiable
el asustaría.
Se llama Outololopulus.
De color naranja su cara,
Y sus brazos largos y verdes.
Y sus pies muy chicos
Y cabeza grande. ... (ver texto completo)
VAQUITA PAQUITA CONOCE A LUPITA

En lo más alto de la praderita
de un pequeño pueblecito
disfrutaba del solecitonuestra vaquita Paquita.

Había caminado toda la mañanita
por lo que estaba bastante cansadita y hambrientita.
De pronto, a lo lejos, divisó una pequeña florecita
que cantaba una preciosa cancioncita:

“Dicen todos al mirarme
que soy despampanante
Dicen todos al olerme
que mi aroma es envolvente
Dicen todos al tocarme
que da gusto acariciarme”

Dicen todos al mirarme
que soy despampanante
Dicen todos al olerme
que mi aroma es envolvente
Dicen todos al tocarme
que da gusto acariciarme”

y se acercó a ella para calmar su apetito,

En ese momento dijo la florecita:

- ¡No por Dios!, ¡No me comáis! Aún soy pequeñita,
hace poco aún era una semillita.
- ¿Cómo te llamas? – dijo vaquita Paquita.
- Me llamo Rosita, contestó la florecita, muy coquetita.
- Lo siento, pero estoy muy hambrientita y tú eres tan bonita… - dijo Paquita

Al lado de la florecita Rosita vivía la florecita Lupita,

menos lucida y bonita, pero muy simpática y melosita,
é sta le dijo a vaquita Paquita:

- Estás en un error si piensas comerte a Rosita,
a muchos a cautivado con sus encantos, su dulce aroma
y sus llamativos pétalos de color fresita
contoneándose al compás de la brisa.

- Es seguro que me engañas porque te ves fea y rechazada.
No sirves para decorar ni tampoco de alimento. – dijo Paquita.

- Te equivocas, querida Paquita.
Muchas son las abejas a las que alimento
y no es envidia lo que tengo.
Yo sólo te prevengo
de que Rosita está maldita.

- ¿Maldita? – pregunto Paquita muy intrigadita.
- Han sido muchos los que han sucumbido a su belleza y a sus trucos. Primero suplica que no la coman pero es mentira.
Esta deseando que la den un pequeño bocado
para poner enfermo al osado en hacerlo.
Siempre se ha creído la reina entre las flores
y así quiere seguir siéndolo. – dijo Lupita. Siempre esta cantando su canción:

“Dicen todos al mirarme
que soy despampanante
Dicen todos al olerme
que mi aroma es envolvente
Dicen todos al tocarme
que da gusto acariciarme”
Dicen todos al mirarme
que soy despampanante
Dicen todos al olerme
que mi aroma es envolvente
Dicen todos al tocarme
que da gusto acariciarme”

Vaquita Paquita seguía tentada de probar
tan dulce y hermosa florecita
y sintiéndose engañada por la que él creía envidiosa Lupita
decidió comer un trocito de un maravilloso pétalo de Rosita.
Al instante Vaquita Paquita comenzó a ponerse enfermita y Rosita con su maldad reía y reía.
Lupita con su pequeña vocecita
comenzó a llamar pidiendo ayuda.

- ¡Auxilio, auxilio! Vaquita Paquita está enfermita. La ha envenenado la maldita Rosita.

Un campesino que pasaba por allí oyó los gritos
y al instante corrió a socorrerla. Muchas vaquitas habían sido seducidas por Rosita así que
el buen campesino le dio a nuestra vaquita Paquita una hierbita curativa que él ya conocía.

MORALEJA: LA IMAGEN NO ES LO QUE CUENTA SINO EL INTERIOR DE LAS PERSONAS.
NO TODO LO BELLO ES BUENO Y BONDADOSO NI LO FEO ES MALO.

AUTORA: OLGA ECHAVE COTERA ... (ver texto completo)
Ariel y la lluvia
Rosita Escalada Salvo

El niño la miraba desde hacía rato. Con un poco de dudas, pero también con ganas.
Subido a su sillita regalo del padrino, a través de los vidrios la veía acercarse.
Se conocían desde hacía algunos años, pero, en realidad nunca habían conversado.
Ella también lo miraba y, en un momento dado, le hizo señas.
El dijo que no, con la cabecita enrulada.
Ella giró sobre sí misma, acampanado su vestido de cristal y seda.
_ ¡Vení! ¡Vení a jugar conmigo! Te ... (ver texto completo)
Hijo Mío

Solo quiero dejarte en mi partida,
el sabor de dulces experiencias;
que pisando esta tierra he conocido,
en la expresión real que manifiestan.

Solo quiero dejar en tu conciencia,
la piedad, del mundo en que te encuentras;
y que tu te sientas elegido,
como yo lo he sentido en tu presencia.

No te dire que todo son espinas,
ni te dire que hay flores en la estepa;
pero sabras diferenciar los cardos,
cuando el frio se acueste entre la hierba.

Yo vivi luchando intensamente,
con la fatiga comparti mi siesta;
y cruce deprisa los caminos,
que la vida a los hombres les presenta.

Y tal vez, te asombre mi partida,
y tal vez, no encuentres la respuesta;
no busques mas, recuerda que tampoco;
sin preguntas, arribe a esta tierra.

Yo te dejo memorias de mi vida,
y además, la clave de mi fuerza;
aunque simple y segura de sí misma,
nos cuesta una vida conocerla.

Eduardo Julio Malnati ... (ver texto completo)
Infancia

Hay una nube de sueños
en un cielo tan cerquita,
es un mundo de juguete,
que visito día a día.

Es envidiar cada mañana,
el saber que he crecido,
y no hay un mundo de juguete, ... (ver texto completo)
La furia del volcán

Había una vez un volcán que estallaba con frecuencia.
La gente de la aldea estaba acostumbrada, cuando veían que las piedritas del camino empezaban a rodar solas, corrían a refugiarse en sus casas y esperaban a que volviese la calma.

Un día el volcán se sintió muy solo, detonó con estruendo y de la explosión nació un niño.

Cuando el volcán se apagó, el niño lloró, pero lloró con tanta energía que toda la aldea salió corriendo a ver qué era aquel escándalo.

Los primeros ... (ver texto completo)
¿Donde duermen los pollitos?

Cuenta la historia, que un día en un pueblito muy chiquito, había una granja con miles de animalitos muy extraños, que día a día cada uno desempeñaba una tarea diferente. Por ejemplo: al pato, era el primero en levantarse, a las seis de la mañana, preparaba el desayuno al resto de los animales, la vaca, como tenia mucha leche, era la encargada de servirla, el perro pastor, despertaba a las ovejas y las llevaba hasta el arroyo para que se lavaran la cara y los dientes, ... (ver texto completo)
LA DULCE HISTORIA DE UGUETTO Y ADALGISA
Prof. Graciela Pacheco de Balbastro

Corría el siglo XVII y la ciudad de Milán, siempre bella y aristocrática, comenzaba a prepararse para la Natividad del Señor en ese frío diciembre.

A pesar de la intensa nevada, los parroquianos hacían ya las primeras compras y los negocios del ramo ofrecían las confituras tradicionales.

Pero en la panadería del viejo Tone, al contrario de años anteriores, ese ambiente de fiesta allí no se vivía. Las ventas habían ... (ver texto completo)