Cronología histórica y astronómica
Sobre el tiempo (De temporibus), escrito alrededor del 703, proporciona una introducción a los principios del computus o cómputo eclesiástico. Se basó en partes de las Etimologías de Isidoro, incluyendo una cronología del mundo derivada de Eusebio, con algunas revisiones basadas en la Vulgata de Jerónimo. Alrededor del 723, escribió un trabajo más extenso sobre el mismo tema, De temporum ratione, muy influyente a lo largo de la Edad Media. También escribió varias cartas más cortas y ensayos discutiendo aspectos específicos del computus.
Sobre el recuento del tiempo (De temporum ratione) tiene una introducción dedicada a exponer la visión tradicional antigua y medieval del cosmos, además de una explicación de cómo la Tierra esférica influye en la longitud cambiante de la luz del día y cómo el movimiento estacional del Sol y la Luna altera la apariencia cambiante del plenilunio en el crepúsculo de la noche. También registró el efecto de la Luna en las mareas. El autor argumentó que la sincronización de las mareas dos veces al día está relacionada con la Luna y que el ciclo mensual lunar de las mareas de primavera y verano también está vinculado con la posición del satélite natural. Continuó señalando que las horas de las mareas varían a lo largo de la misma costa y que los movimientos del agua hacen que haya marea baja en un punto cuando hay marea alta en otro lugar. Como el foco de su libro era el computus, dio instrucciones para calcular la fecha de la Pascua a partir del día de plenilunio pascual, para determinar el movimiento del Sol y de la Luna a través del zodíaco, así como otras cuentas relacionadas con el calendario. Dio información sobre los meses del calendario anglosajón. Los códices de la tabla pascual de Beda generalmente se encuentran junto con una copia de su De temporum ratione. Esta tabla pascual abarca el intervalo 532-1063 d. C.; contiene un ciclo pascual de 532 años basado en un ciclo lunar métonico de diecinueve años, es decir, en el equivalente juliano de la variante del ciclo lunar del mismo período temporal de Teófilo, introducido por Aniano (c. 412), adoptado por el obispo Cirilo de Alejandría (c. 425) y preservado en la tabla pascual de Dionisio el Exiguo (c. 525).
Para fines calendáricos, hizo un nuevo cálculo de la edad del mundo desde la Creación, que él fechaba en 3952 a. C. Fue acusado de herejía ante el obispo Wilfrid por sus innovaciones en el cómputo de la edad del mundo, porque su cronología supuestamente era contraria a los cálculos aceptados. Una vez informado de las acusaciones de «estos rústicos lascivos», Beda las refutó en una carta a otro colega.
Además de estos trabajos sobre cronología astronómica, también escribió Sobre la naturaleza de las cosas (De natura rerum), basado parcialmente en el trabajo del mismo título de Isidoro. Sus obras eran tan influyentes que a fines del siglo IX Notkero Bálbulo, un monje de la abadía de San Galo en Suiza, escribió que «Dios, el organizador de la naturaleza, que elevó el Sol del este en el cuarto día de la Creación, en el sexto día del mundo hizo que Beda se alzase en el oeste como un nuevo sol para iluminar toda la Tierra». ... (ver texto completo)
Sobre el tiempo (De temporibus), escrito alrededor del 703, proporciona una introducción a los principios del computus o cómputo eclesiástico. Se basó en partes de las Etimologías de Isidoro, incluyendo una cronología del mundo derivada de Eusebio, con algunas revisiones basadas en la Vulgata de Jerónimo. Alrededor del 723, escribió un trabajo más extenso sobre el mismo tema, De temporum ratione, muy influyente a lo largo de la Edad Media. También escribió varias cartas más cortas y ensayos discutiendo aspectos específicos del computus.
Sobre el recuento del tiempo (De temporum ratione) tiene una introducción dedicada a exponer la visión tradicional antigua y medieval del cosmos, además de una explicación de cómo la Tierra esférica influye en la longitud cambiante de la luz del día y cómo el movimiento estacional del Sol y la Luna altera la apariencia cambiante del plenilunio en el crepúsculo de la noche. También registró el efecto de la Luna en las mareas. El autor argumentó que la sincronización de las mareas dos veces al día está relacionada con la Luna y que el ciclo mensual lunar de las mareas de primavera y verano también está vinculado con la posición del satélite natural. Continuó señalando que las horas de las mareas varían a lo largo de la misma costa y que los movimientos del agua hacen que haya marea baja en un punto cuando hay marea alta en otro lugar. Como el foco de su libro era el computus, dio instrucciones para calcular la fecha de la Pascua a partir del día de plenilunio pascual, para determinar el movimiento del Sol y de la Luna a través del zodíaco, así como otras cuentas relacionadas con el calendario. Dio información sobre los meses del calendario anglosajón. Los códices de la tabla pascual de Beda generalmente se encuentran junto con una copia de su De temporum ratione. Esta tabla pascual abarca el intervalo 532-1063 d. C.; contiene un ciclo pascual de 532 años basado en un ciclo lunar métonico de diecinueve años, es decir, en el equivalente juliano de la variante del ciclo lunar del mismo período temporal de Teófilo, introducido por Aniano (c. 412), adoptado por el obispo Cirilo de Alejandría (c. 425) y preservado en la tabla pascual de Dionisio el Exiguo (c. 525).
Para fines calendáricos, hizo un nuevo cálculo de la edad del mundo desde la Creación, que él fechaba en 3952 a. C. Fue acusado de herejía ante el obispo Wilfrid por sus innovaciones en el cómputo de la edad del mundo, porque su cronología supuestamente era contraria a los cálculos aceptados. Una vez informado de las acusaciones de «estos rústicos lascivos», Beda las refutó en una carta a otro colega.
Además de estos trabajos sobre cronología astronómica, también escribió Sobre la naturaleza de las cosas (De natura rerum), basado parcialmente en el trabajo del mismo título de Isidoro. Sus obras eran tan influyentes que a fines del siglo IX Notkero Bálbulo, un monje de la abadía de San Galo en Suiza, escribió que «Dios, el organizador de la naturaleza, que elevó el Sol del este en el cuarto día de la Creación, en el sexto día del mundo hizo que Beda se alzase en el oeste como un nuevo sol para iluminar toda la Tierra». ... (ver texto completo)
