- EL ALMANAQUE DEL HUMOR -
Una chispa de humor cada día para alegrarte el ánimo.
● Los ingleses tienen un gran sentido del humor, tan grande que de hecho se ríen tres veces cada vez que les cuentan un chiste;
- la primera vez que se ríen es al oírlo,
- la segunda cuando se lo explican y
- la tercera cuando lo entienden.
● Hablando con un emigrante soviético:
- ¡Oye!, ¿Cómo se vivía en la Unión Soviética?
-Hombre, no me podía quejar...
- ¿Y la economía?
-Pues mira, no nos podíamos quejar...
- ¿Y se bebe mucho?
-Bueno, no te puedes quejar...
-Entonces ¿por qué te fuiste de la Unión Soviética?
-Pues por que no podía quejarme...
● Mamá, mamá, ¿en el cielo hay leyes?
- No, hijo, ¿no ves que para tener leyes hacen falta políticos y abogados?
● El juez le pregunta al acusado:
- Entonces, ¿insiste en que no quiere un abogado?
- No, pienso decir la verdad.
● Un juez se encuentra por los pasillos del juzgado con otro juez que va riéndose, y le pregunta:
- Oye, ¿queéte pasa?
- Nada, es que acabo de oír la cosa más divertida de mi vida.
- Cuéntame, anda.
- No puedo, acabo de condenar a un desgraciado a quince años por haberla contado. ... (ver texto completo)
Una chispa de humor cada día para alegrarte el ánimo.
● Los ingleses tienen un gran sentido del humor, tan grande que de hecho se ríen tres veces cada vez que les cuentan un chiste;
- la primera vez que se ríen es al oírlo,
- la segunda cuando se lo explican y
- la tercera cuando lo entienden.
● Hablando con un emigrante soviético:
- ¡Oye!, ¿Cómo se vivía en la Unión Soviética?
-Hombre, no me podía quejar...
- ¿Y la economía?
-Pues mira, no nos podíamos quejar...
- ¿Y se bebe mucho?
-Bueno, no te puedes quejar...
-Entonces ¿por qué te fuiste de la Unión Soviética?
-Pues por que no podía quejarme...
● Mamá, mamá, ¿en el cielo hay leyes?
- No, hijo, ¿no ves que para tener leyes hacen falta políticos y abogados?
● El juez le pregunta al acusado:
- Entonces, ¿insiste en que no quiere un abogado?
- No, pienso decir la verdad.
● Un juez se encuentra por los pasillos del juzgado con otro juez que va riéndose, y le pregunta:
- Oye, ¿queéte pasa?
- Nada, es que acabo de oír la cosa más divertida de mi vida.
- Cuéntame, anda.
- No puedo, acabo de condenar a un desgraciado a quince años por haberla contado. ... (ver texto completo)
