ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Carlos III 1779, 4 maravedís, anverso
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El título papa, que alguna vez fue utilizado con gran amplitud, actualmente se emplea exclusivamente para denotar al Obispo de Roma quien, en virtud en su posición como sucesor de san Pedro, es el supremo pastor de toda la Iglesia, el vicario de Cristo sobre la tierra. Además del obispado de la diócesis romana, el Papa detenta varias otras dignidades junto con la de pastor universal y supremo. Él es el arzobispo de la provincia romana, primado de Italia e islas adyacentes, y único patriarca de la ... (ver texto completo)
En el principio a los sucesores de San Pedro se los llamaba simplemente Obispo de Roma. El título de "Papa", como hemos visto, comenzó a ser usado muchos siglos después.
Nominalmente el Papa es el Obispo de la Diócesis de Roma. Según la tradición católica, desde que San Pedro se estableció para predicar el Evangelio en la ciudad y nombró su sucesor a uno de los Presbíteros de Roma, se ha establecido la ciudad como la sede de la Iglesia Universal.
La expresión “Santísimo Padre” se remonta al S. XII y corresponde al significado histórico de “papa”, es decir, “reverendo padre” y con él se relaciona su definición de “pater patrum”, de uso común por parte de los obispos de la Iliria y del África que así se dirigían a los sucesores de Pedro en los primeros siglos VI-VII.
En el S. VI la cancillería de Constantinopla se dirigió al obispo de Roma con el título “Papa”. Para finales del S. VIII el título se emplea solamente para los romanos pontífices. Con Gregorio V (996-999) el Concilio de Pavía estipuló que el arzobispo Arnulfo de Milán no se designara así. Gregorio XI (1073-1085) prescribió de modo formal que el título se aplicara definitivamente a los sucesores de Pedro.
En Occidente hace su aparición a inicios del S. III, progresivamente se fue aplicando a los obispos [Cipriano, Ep 8,8.23,30; 31,36]. Aplicado al obispo de Roma como signo de afecto y respeto se encuentra por vez primera en una inscripción del diácono Severo a san Calixto: "Jussu Papae sui Marcellini" (por orden del Papa Marcelino). Se hizo específico para finales del S. IV y en el V al título se precisa la expresión “Papa Urbis Romae" (Papa de la ciudad de Roma).
El origen de la palabra PAPA es muy distinto. El término “Papa” procede del griego “Pappas” o “Papas” y significa “papá” o “padre”. Se encuentra testimoniado en Aristófanes (Pax 120), Menandro (Mis 213). P. Levillain observa que en Homero significa “sacerdote”. Como quiera que sea, el término se hizo común en oriente como signo de afecto y respeto para con obispos y sacerdotes.
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¿Qué significa la palabra Papa?
El término “Papa” procede del griego “Pappas” o “Papas” y significa “papᔠo “padre”.

Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic. net

Un error muy difundido en Internet acerca de por qué al Sumo Pontífice se le dice "Papa" es el que se basa en las iniciales de 4 palabras latinas: P etrí - A postoli - P otestatem - A ccipiens, y se traducen así: "El que recibe la Potestad del Apóstol Pedro". El segundo error ... (ver texto completo)
Pero una cautela bien dosificada evitará incurrir en la trampa del engaño, y nos hará más atentos para evaluar si una información tiene o no tiene garantías mínimas para ser tenida en cuenta, aunque la diga un famoso periodista o aparezca en primera página de importantes medios de comunicación.
Desde luego, no hay que recelar de todo: hay informaciones verdaderas dadas a la luz por páginas de Internet que no son famosas pero que al menos cuentan con periodistas o escritores serios que merecen ser escuchados.
La credulidad que lleva a aceptar lo afirmado por periodistas o por personas que se autoconstituyen como fuentes de información en redes sociales, chats, blogs y páginas afines, necesita ser curada con una buena dosis de sentido común y un sano espíritu crítico.
A pesar de que tantas veces se presume de las actitudes críticas y serias de la gente, sobre todo en las personas con estudios, la realidad es que la credulidad sigue en pie en millones de personas que dan por verdadero lo que puede ser inexacto, carente de fundamento o, incluso, inventado para engañar.
La tercera causa surge desde la sencilla suposición de muchos según la cual los medios informativos son serios, de que la televisión no puede mentir, de que lo dicho en tal o cual página de Internet tiene casi automáticamente garantías de veracidad.
Luego, se espera que lectores, oyentes, espectadores, crean la invención precisamente porque así suponen que están más informados, cuando en realidad han sido engañados de modo deshonesto.
Otra causa radica en la misma prisa de algunos periodistas. Si ha habido un atentado, dar números de víctimas resulta clave para lograr una "exclusiva", aunque tales números no hayan sido controlados adecuadamente, si es que no se llega al abuso de inventarlos con mayor o menos ingenio...


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