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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Nueva Enciclopedia Escolar, H. S. R
Foto enviada por eufra7dos@hotmail.com

No te dejarán entrar, muchacha
La princesita-sirena bebió el brebaje de la bruja y su cola de pez desapareció para dar pasoa un par de esbeltas piernas. Luego, después de caminar entre bosques y montañas, llegó a la ciudad. Encontró que en el palacio del príncipe estaban celebrando una fiesta.
Toma este brebaje- dijo la bruja, ahora con la dulce voz que le había donado la sirena-, y verás cumplidos tus deseos.
-De acuerdo- se resignó la sirena-. Te daré mi voz a cambio de las dos piernas que me permitirán ir hasta donde está el príncipe.
-En tus ojos leerá lo que sientes, sin necesidad de palabras.
-Pero si me quitas la voz- replicó la sirenita-, ¿cómo podré hablar con el príncipe?
- ¡Bah! – interrumpió la bruja-. Todo eso no me interesa. Lo que quiero es tu voz.
Te daré lo que desees-dijo la sirenita-; todo el oro que hay en el mar, collares de perlas y de coral…
-Te ayudaré-prometió la bruja-. Conseguiré que tu cola de pez se convierta en un par de robustas piernas, pero tú, a cambio, tendrás que darme algo.
-Sí-respondió la sirenita con voz trémula.
Te has enamorado del príncipe, ¿no es cierto?
-Quisiera tener dos piernas como las princesas de la tierra.
- ¿Qué quieres de mí?
La sirenita fue hasta aquella cueva y encontró a la bruja. Ésta le preguntó con voz desafinada:
– Quizá consigas lograr su deseo-dijo un pulpo que había estado escuchando-, si haces una visita a la bruja que vive en la cueva de los acantilados.