Ocurre a veces que te dicen cosas y las crees sin dudar, hasta que vas descubriendo una y otra vez el engaño, perdiendo poco a poco tu inocencia de creer y confiar en todas las personas. Es ley de vida, aprender tropezando, aprender a desconfiar para que no te engañen, desconfianza salvaguardadora de nuestros juicios y acciones. Desconfianza que nos induce a escudriñar al confidente, declarante o informante, para deducir si es digno de confianza y debemos creer firmemente lo que nos dice. Entre otras cosas para no propagar nosotros mismos el engaño, y ser culpables sin saberlo.
No sé por qué me fie de la persona que me dijo que la nadadora del bañador azul y rosa, de piel dorada, ojos claros y pelo casi rubio eras tú. Ahora que lo pienso tiene poco de flor de loto, salvo su gusto por el agua y la belleza que ella posee, aunque en mayor grado, como las flores. Pero la flor de loto, debe ser más delicada, ligera, blanca, callada, de suave perfume casi imperceptible, que atrae por sus formas de puras y limpias curvas, una flor que es capaz de volar como una mariposa y de escribir un poema con pocas palabras.
Siguen las fiestas de los barrios que inauguró Fátima, Santa Quiteria las celebrará el 21 y 22 de este mes. Este sábado será la fiesta de la Universidad Popular, en la Caseta Municipal del parque, con exibición de bailes, aerobic, taichí, danza del vientre, etc. ¿Sois algunas universitarias populares, e iréis a la fiesta?.
¡Barranqueña! ¿tú tampoco nadas ni haces deporte, no te gusta pasear al menos después de comer como hacen muchas mujeres? Algunas veces paso por la avenida de la Romería, entre las tres y media y las cuatro de la tarde, y me encuentro con grupos de mujeres que van y vienen, paseando y haciendo ejercicio al mismo tiempo.
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