Amigos:! Buenos días! Siento esta mañana daros una noticia que no os va a gustar: Según se me dice, las normas son las normas. me refiero a las fotos: se me explica, si he entendido bien, que las votos deben hacer referencia, al pueblo; si me doy cuenta de que solo han dejado, al cuna de las que ahí nos hicimos. Es decir: que solo es permitido, en el pueblo donde se ha nacido o en el que se está domiciliado: de esto último, no estoy seguro. Si que lo siento de veras: Cuando vaya nos aremos algunas, y espero bien que estas se ajusten a las normas.
Pero la vida continua y no es para echarse a llorar, y la ley es la ley y en este caso, las normas, normas.
Dicho esto, como en mi vida, también hubo la "perfida mujer" en amor pasajero o caprichoso: vamos a ver que sale al pie de esta bella foto, a la sombra de la silenciosa palmera. Sabéis que, que anduve, mares desiertos y paseé bajo palmerales, por lo tanto, imaginemos:
! QUE FATIGA!
! que fatiga, dios, que gran fatiga
decreta mi soledad.
y cuanta clara oscuridad
desgranado sus mentiras.
No chorrean sangre las palmeras
ni tan siquiera lágrimas de lunas.
no chorrean besos, no chorrean
lagrima ninguna.
Ya no te sueñan mis brazos
ni mi boca engañada.
de tu aliento, y tu regazo
traidor que me brindabas
compañera de otros aquel prado.
ya no hay nada.
Solo rumores de viento
que me grita.
! Invierno!! Invierno!
El invierno me fatiga...
! Que fatiga de días enlutados,
cuanto cardo, cuanta ortiga,
cuanto ocaso
sembraste en una tarde atardecida!
libertad.
Pero la vida continua y no es para echarse a llorar, y la ley es la ley y en este caso, las normas, normas.
Dicho esto, como en mi vida, también hubo la "perfida mujer" en amor pasajero o caprichoso: vamos a ver que sale al pie de esta bella foto, a la sombra de la silenciosa palmera. Sabéis que, que anduve, mares desiertos y paseé bajo palmerales, por lo tanto, imaginemos:
! QUE FATIGA!
! que fatiga, dios, que gran fatiga
decreta mi soledad.
y cuanta clara oscuridad
desgranado sus mentiras.
No chorrean sangre las palmeras
ni tan siquiera lágrimas de lunas.
no chorrean besos, no chorrean
lagrima ninguna.
Ya no te sueñan mis brazos
ni mi boca engañada.
de tu aliento, y tu regazo
traidor que me brindabas
compañera de otros aquel prado.
ya no hay nada.
Solo rumores de viento
que me grita.
! Invierno!! Invierno!
El invierno me fatiga...
! Que fatiga de días enlutados,
cuanto cardo, cuanta ortiga,
cuanto ocaso
sembraste en una tarde atardecida!
libertad.