EL ANDÉN
Hoy de nuevo mis pasos se han dirigido hacia la estación, la misma en la que aquella fría noche de invierno te viera partir con rumbo incierto. Ella sabe mejor que nadie de mis debilidades he inquietudes, de tantas horas de espera y tantas tardes vacías por tu ausencia prolongada.
Sentado en un banco junto al anden, espero impaciente el sonar de la sirena del cercano paso a nivel con barreras, el se encargara de avisarme a la llegada del tren
Los recuerdos de otros tiempos me mantienen absorto, en tanto yo miro fijamente al final de la vía, donde los raíles parecen juntarse, pero el tren aun no llega y tú permaneces ausente.
De repente por la megafonía se puede escuchar el anuncio de la próxima llegada y algunos viajeros comienzan a preparar la despedida de sus amigos y seres queridos, otros como yo, solo esperan la llegada y quien sabe que mas.
Por fin el tren puntualmente como todos los días hace su entrada por el andén, comienzan a bajar unos y subir otros, las escenas de risas y lagrimas compartidas con besos y abrazos ocupan todo, todos son actores de aquella situación, pero yo sigo esperando a que tu llegues, un día mas.
Hoy de nuevo mis pasos se han dirigido hacia la estación, la misma en la que aquella fría noche de invierno te viera partir con rumbo incierto. Ella sabe mejor que nadie de mis debilidades he inquietudes, de tantas horas de espera y tantas tardes vacías por tu ausencia prolongada.
Sentado en un banco junto al anden, espero impaciente el sonar de la sirena del cercano paso a nivel con barreras, el se encargara de avisarme a la llegada del tren
Los recuerdos de otros tiempos me mantienen absorto, en tanto yo miro fijamente al final de la vía, donde los raíles parecen juntarse, pero el tren aun no llega y tú permaneces ausente.
De repente por la megafonía se puede escuchar el anuncio de la próxima llegada y algunos viajeros comienzan a preparar la despedida de sus amigos y seres queridos, otros como yo, solo esperan la llegada y quien sabe que mas.
Por fin el tren puntualmente como todos los días hace su entrada por el andén, comienzan a bajar unos y subir otros, las escenas de risas y lagrimas compartidas con besos y abrazos ocupan todo, todos son actores de aquella situación, pero yo sigo esperando a que tu llegues, un día mas.
Cubero, he leido tus relatos y seguro que esa amada te hace regalos todos los dias, pero no materiales, ya sabes a los que me refiero... por ejemplo con suculentos guisos por lo que he leido y ahora leo este relato, hay las estaciones, cuantas idas y venidas, cuantas historias, yo a veces cierro los ojos y revivo situaciones asi, tras la alambrada al no poder pasarse al andén, cuando ha tocado recibir o despedir...
