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PUERTOLLANO (Ciudad Real)

Revista Feria 2014
Foto enviada por loli gómez

LA VOZ DE LOS PREGONES QUE ABREN LA FERIA DE MAYO A QUIEN LA ABRA (JULIO BAYO)

Puertollano es como su feria, abierta y sin fronteras. Puertollano abre a quien lo abra, como dijo el poeta Eladio Cabañero en 1957. Puerto sin mar y vela sin navío, que huele el trabajo a fuerzas verdaderas.

Ese caracter abierto a lo largo de caesi ciento veinte años ha hecho posible que la feria de Mayo sea única en el contexto proveincial. Su situación fronteriza con Andalucía y el aluvión de gentes venidas en ... (ver texto completo)
Bien sabía el poeta Eladio Cabañero de lo que hablaba…
Esta es la revista de la feria de este año y dentro viene un artículo sobre los pregoneros y pregones de feria.

Está escrito por Julio Bayo, es un poco largo asi que lo voy a dividir, espero que os guste y os traiga algun que otro recuerdo
Así me gusta, mensajes cortos y precisos, que los largos, según algunos, son insufribles je. je…
Y ahora tras esta revista a los pregones me retiro

Hasta luego
Como escribiera el poeta Tomellosero Eladio Cabañero la Feria de Puertollano ya humea... La semana se abre, toca la campana del mes, del año en un girar de llave. Nos toca feria, la vuestra, la que hemos hecho entre todos, con las alegrías y sinsabores, con las sonrisas que desdibujan las preocupaciones y con la forma de ser y sentir esta tierra.

Las ferias no van mal cuando vuelven los arrieros. Yo pienso volver y tu.
Otro ilustre Puertollanero, en la vida cultural y en la politica andaluza, Juan José Oña, en 1990 dibuja la feria de Puertollano como un prodigio de color y de ruido que ha vivido de maneras distintas. "De niño, alternando mi atencióna lo alto, con la búsqueda de varillas que caían inservibles despues de haber portado al infinito próximo sus cargas explosivas". Fechas de ropa recien estrenada, el trasiego de raciones regadas con cerveza, las colas para subirse a las Delicias, el Látigo o los coches-tope.
Muchas han sido las miradas hacia esta feria de Puertollano y amplia la relación de pregoneros que han pasado en los últimos tiempos: José Domingo Delgado Bedmar, Jaime Hijazi, Luis Casimiro, José López Maeso, Rosa y Cristina García Rodero o Miguel Fernando Gómez Vozmediano, que considera que la feria es una nueva oportunidad de ser felices. "No concibo la feria sin comer una berenjena de Almagro, sin visitar la caseta de la Asociación Fuente Agria o empinar el codo en Los Mañicos". Al igual que ... (ver texto completo)
El pregonero Carlos Murciano en 1974 en el Gran Teatro cuenta que Puertollano es una aventura puntual y diaria, donde muchas gentes morenas, y desasosegadas buscan, porque es derecho, la felicidad con nervio y con urgencia. "Puertollano, a caballo de dos sueños azules, de dos largos caminos para buscar la paz. Puertollano, está en medio de lo divino de las aguas, de cara al cielo mas inmenso que el mar".
Puertollano está lleno de tópicos que han generado un estereotipo distinto desde fuera, en la barrera, desde la lejanía."Puertollano el pueblo de muchas verdades fundamentales frente a sus dos mentiras topográficas que quieren achacarle, por envidia como los susceptibles pretenden, sino por sentido del humor, especialmente en lo que a la llanura se refiere", dice Carlos María San Martín, director del diario Lanza en 1964.
El Solanero Miguel García de Mora, fiel a sus colaboraciones en las publicaciones festivas municipales de los años sesenta, contaba como la feria nos servía de sedación necesaria en un Puertollano, abstracto, concreto y completo, donde hasta la neblina de sus fábricas es un halo de espiritualidad y poesía.
La feria era una ciudad dentro de la propia ciudad en aquel recinto de "El Bosque", que por entonces nos parecía inmenso e interminable mapa de diversión."Ante nuestros ojos, esta metamorfosis era alucinante, sobre todo cuando en las primeras horas de la noche la luz eléctrica con su poder, realzaba el valor de tanta deleznable baratija y de tanta bisuteria de bajo precio, que a nosotros nos parecían parte del fabuloso tesoro de los piratas. Pero además, colgaban de cuerdas y paredes los aros, tambores, ... (ver texto completo)
La feria de Puertollano en los años sesenta es de las mas concurridas, como narra Timoteo Díaz, por diferentes gremios de actividades menores."las filas de turroneros, baratijas, marisqueros y casetas con las ristras de oráculos, churreros, pinchitos, bares, carromatos, confituras, etc, f9orman una ciudad impresionante de lonas con juegos de comedia en el interior". Por entonces hasta se ofertaban trenes especiales desde Ciudad Real para que los aficionados pudieran asistir a los festejos taurinos ... (ver texto completo)
Un año despues Florencio García Samper escribía que la feria de Puertollano es un amplio escaparate de noches de teatros, cines, casetas, verbenas, bailes, circos, etc, donde viejos y jovenes apretados en un mismo afán, se divierten. "La gente de Puertollano sabe gastar el dinero con facilidad y con igual tesón que lo hace en la mina o en la fabrica. Somos así y nada nos hará cambiar"
En las apasionadas crónicas de Juan Manuel Núñez en 1966, habla de vendedores de globos, los puestos de gambas con piramides descomunales de marisco, de turroneros de Castuera, tómbolas con sus altavoces que invitan a probar la suerte con unos boletos, niños extasiados en los puestos de juguetería y las casetas de baile de las que salen a tropel las notas de los ritmos de actualidad.
Esta feria de Puertollano tiene una esencia, un sello particular inconfundible, en palabras de Blas Adánez. "Será la llegada de la primavera; será el aroma de sus jardines, o quien sabe si sea efectos de su agua agria. Pero no, yo creo otra cosa; es el efecto de su simpatia, es el ambiente que en ella se respira de sencillez, de hospitalidad, cariño a todo lo que nos rodea y a todos los que nos visitan"

Adánez que durante muchos años fue corresponsal en Puertollano del diario Lanza y autor de ... (ver texto completo)
Un deslumbramiento en el que también coincide en 1965 el diestro Julio Aparicio de raices puertollaneras, que cada vez que regresaba se encontraba ante la nueva California. "Es un pueblo para hombres, pero no digo esto en un sentido de muchísimo mal entendido, sino en el sentido de aquellos hombres que llegan con su espíritu de nuevos pioneros, que sin pretenderlo son los que hacen una buena patria"