Manolo, buenos días. Carga la escopeta y vente para el norte, aquí tenemos mejor temperatura, dicen que llegará como máximo a los 21, y caza ni te digo lo que hay. La posada la tienes sin buscarla. Un abrazo.
Se me olvidaba decirte que ayer tarde me recordé de tí. Fuimos la mujer y yo a hacer una ruta por un hayedo-robledal del parque nacional de Picos de Europa, y cuando íbamos caminando por una pista levantamos un jabalí que seguro estaba plácidamente dormido echando una siesta. Los bufidos que daba cuando salió corriendo asustaban, menos mal que no quiso pelea, si hace frente no sé que hubiera sido de nosotros ya que el único arma que llevábamos eran unas manzanas y unos pocos de frutos secos con una botella de agua, creo que aunque le hubiéramos ofrecido el menú, seguro que no lo acepta. Seguro que anécdotas de estas tendrás tú para dar y tomar. Un abrazo.
Jejeje! Buenas armas, Pepe. Seguro que si les echáis las manzanas le alegráis la tarde al jabalí.
Abrazos.
Abrazos.
Buenos días Marce. A estos animales de aquí no creas que les hace mucha falta la comida. Al estar casi todo protegido, con la excepción de la caza regulada, campan a sus anchas por cualquier lugar. El pasado año había uno frente a casa que durante quince días bajaba al prado a última hora de la tarde a pacer, una de las tardes estuvimos haciéndole fotos y ni se inmutaba. Según un artilugio de un cazador que estaba conmigo, lo teníamos a 150 metros en linea recta, pues nada, él a lo suyo. Arriba en el Parque, los rebecos están muy cerca de la gente y tampoco se asustan. Las consecuencias son que hacen mucho daño en los prados y las propiedades de los ganaderos que luego pagamos todos. No es fácil la habitabilidad de tanto animal protegido en un medio ganadero y con miles de hectáreas de Parque Nacional en las que casi todo es intocable, por lo que se debería regular bien todo para hacer posible la "convivencia". Un abrazo.
