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LA SOLANA: ¡Saludos, Octavio! Tiempo hacía que no leíamos tus...

¡Saludos, Octavio! Tiempo hacía que no leíamos tus letras ¿andará de viaje? pensaba. No te habría ido mal si hubieras venido a España estos últimos días, pues han hecho unos días espléndidos, veraniegos, como hoy mismo.
Saramago es de esas personas que no me caen bien por su aspecto físico, su cara fundamentalmente, su expresión y gesto, como de persona instalada en la comodidad intelectual, del que ya lo sabe todo, sin ningún asomo de inquietud, de búsqueda, de capacidad de asombro ante lo nuevo. Admito que es un prejuicio un poco tonto, pero no lo puedo evitar, y me condiciona a leer o interesarme más por esas personas.
De Saramago he leído artículos en los periódicos y entrevistas que, junto a las críticas a sus libros e informaciones sobre su persona y vida, uno puede formarse cierta opinión sobre él como escritor y persona. Sí me gustaría leer su libro de recuerdos sobre su infancia, encargo editorial, publicado hace un año o dos, si algún día lo encuentro a mano lo compraré, pues en él imagino que se mostrará menos tendencioso y más literato.
El bien y el mal están dentro y fuera de nosotros, como Dios, el diablo, el cielo y el infierno; a nosotros nos corresponde elegir el camino, abrazar y rechazar, somos libres.