LA SOLANA: Curiosamente, y en prueba de que el cambio del color...

Curiosamente, y en prueba de que el cambio del color del campo del escudo fue ocasionado por una decisión arbitraria, quizás buscando mayor vistosidad o semejanza con los colores de la bandera nacional, es el hecho de que la bandera solanera mantuvo los esmaltes originales, azur y oro, cuando fue creada en el año 1.957, lo que nos denota que se mantenía vivo el recuerdo, o la presencia en algún escudo de dichos esmaltes originales. Colores estos, el azul y el amarillo, que también fueron elegidos para el uniforme del equipo de fútbol local.
Respecto al timbre del escudo, el casco de hidalgo en el caso de la versión municipal, hay que decir en primer lugar que es un ornamento exterior del escudo, independiente de las propias armas heráldicas: Sol de oro sobre campo de azur. Sobre el timbre, pese a que se dictaron normas para su uso en los siglos pasados, lo cierto es que existió cierta anarquía y poco sentido en su utilización, especialmente durante el periodo decadente de la heráldica, siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX. Por esto, algunos Ayuntamientos que contaban con armas antiguas, como es el caso de La Solana, colocaron cascos de hidalgo a sus escudos, imitando los escudos hidalgos de las casas de su población; sin considerar que el casco es un elemento propio del guerrero, perteneciente a la heráldica gentilicia y no a la institucional.
En la segunda mitad del siglo XX, con la fijación y divulgación de las leyes heráldicas y la creación de nuevos escudos, se ha producido una revisión y normalización de los escudos municipales, actividad en la que han participado destacados heraldistas como, en el caso de la provincia de Ciudad Real, don Ramón José Maldonado y Cocat, académico correspondiente de la Real de la Historia. Él mismo nos habla de su labor en su estudio Heráldica municipal de la provincia de Ciudad Real, publicado en el número 4, II época, año l. 973, de Cuadernos de Estudios Manchegos; libro que se puede consultar, igualmente, en la biblioteca municipal de La Solana. En las páginas 85 y 86 escribe don Ramón José:
En el año de 1962 realicé una recopilación sobre la heráldica
municipal de la provincia de Ciudad Real, e incluso publiqué
su estudio en una revista especializada.
De los noventa y ocho Ayuntamientos de que consta actualmente
nuestra provincia de Ciudad Real, sólo treinta y dos usaban armas
propias, dándose el caso curioso de poseerlas —como luego vere-
mos— Valenzuela de Calatrava, que ignora este detalle. El resto de
los Ayuntamientos emplean eI escudo actual de España simplemente;
confeccionado con más o menos gusto, en sus escritos, sellos y re-
posteros.
Es de señalar que, en general, dejaban mucho que desear las
representaciones plásticas de estas armas municipales, con el escudo
en pico y no redondeado que es el español, y poniéndoles por detrás,
en los que usaban los escudos del siglo XIX, esos pergaminos figura-
dos, de tan mal gusto como innecesarios. En esta critica constructiva,
cuyas normas dicta nuestra Real Academia de la Historia, es oportu-
no traer también aquí la improcedencia del escudo de la Diputación
Provincial o escudo provincial, que sigue la línea muy usada, pero
antiheráldica, de unir los escudos municipales de los partidos judi-
ciales y poner las armas de la capital en escusón. De esta manera
se logra un abigarramiento de figuras llegando, en este caso, a re-
petir la cruz de Calatrava, por ejemplo, seis veces y, sobre todo, a
representar sólo a las villas o ciudades cabeza de aquellos partidos
y no al resto de las tierras, comarcas o "campos", como en el caso
presente, que forman nuestra provincia.
Desde aquella fecha que digo, se han reformado en su represen-
tación, no en sus figuras, muchos de ellos, dándoles más belleza y
haciéndoles más de acuerdo con las leyes heráldicas españolas, en
una labor paciente que, con todo gusto e interés, he llevado a cabo con la inapreciable ayuda de los Alcaldes y Secretarios de los Ayun-
tamientos.
Al mismo tiempo, bastantes de ellos han solicitado la adopción
de armas propias para sus municipios, tomando, como ordenan las
disposiciones vigentes, el acuerdo del pleno municipal y encargán-
dome del estudio correspondiente y la organización de dichas armas.
Luego fueron tramitados estos expedientes por los cursos legales y
llevados a Consejo de Ministros, siendo aprobados por el decreto
correspondiente.

Y, efectivamente, se corrigieron errores en escudos antiguos y se crearon y siguen creando nuevos. Por ejemplo, Bolaños, arrastraba el mismo error que La Solana de timbrar su escudo con casco de hidalgo, cambiándolo por la corona real cerrada hace ya, aproximadamente, treinta años. Aunque, lamentablemente, algunos errores se mantienen y aún se diseñan escudos nuevos con poco gusto heráldico, recargados. Sin duda el error que arrastra el escudo solanero de timbrar con casco de hidalgo, es el más notorio de la heráldica municipal de la provincia de Ciudad Real, y aún podríamos decir de toda la heráldica municipal española, pues es difícil concebir que tras los años transcurridos de resurgimiento de la heráldica, aún subsista un escudo de algún municipio que perpetúe dicho error, yo al menos no lo he encontrado visitando numerosas páginas webs municipales.
La prohibición de timbrar el escudo municipal con casco de hidalgo, es una de las reglas fundamentales de la heráldica, podemos encontrarla en cualquier manual científico que consultemos. Así en el Tratado de Genealogía Heráldica y Derecho Nobiliario, Segundo Curso de la Escuela de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria, del Instituto Luis de Salazar y Castro, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, editado por Hidalguía en Madrid en el año 1.984, en la página 197, referido a los escudos municipales podemos leer:

Pueden añadir a sus armas los ornamentos exteriores que les puedan corresponder, quedando prohibido el uso del casco, plumas, lambrequines y todos los exclusivamente privativos de la Heráldica Gentilicia.

Y, en la página 138, tratando sobre los ornamentos exteriores del escudo:

El desconocimiento de su empleo es tal y tan pintoresco, que hemos visto escudos municipales timbrados con el casco gentilicio, y escudos gentilicios sobre cuyas armas campea una vistosa corona mural.

Igualmente muy a propósito del escudo solanero, es el siguiente párrafo de la página 153:

Los lambrequines y plumas tienen que ser de los mismos colores que los esmaltes del campo, y de las representaciones que figuren en el blasón.

Pues, aún en el hipotético caso que correspondiera a un linaje, la versión que usa el Ayuntamiento debería tener las plumas de color rojo y amarillo, en virtud de los esmaltes oro y gules del escudo, no amarillas, rojas, verdes y azules.
La denuncia de la inadecuación del escudo solanero a las reglas heráldicas, no sólo ha partido de vecinos conocedores de esta deficiencia. En los primeros años ochenta del pasado siglo, la corporación municipal pretendió dar carácter legal a la bandera que, como todos sabemos, lleva cargado el escudo; la Real Academia de la Historia, en su informe para dar carácter legal a la bandera solanera, del 23-6-1.984, publicado en su boletín número 183-1986, Tomo CLXXXIII, página 132, escribió:

…y cargado sobre el dicho tafetán el blasón parlante de La Solana, aunque éste no debe timbrarse con yelmo o celada, sino con corona real cerrada.

Pero lo cierto es que las sucesivas corporaciones municipales, han mostrado poco interés en normalizar el escudo, adaptándolo a las reglas heráldicas, devolviéndole el color del campo original y dotándolo de la forma española comúnmente usada; quizás escudándose en la inercia de su uso y la poca divulgación entre el vecindario, tanto de la ciencia heráldica como de la propia historia de la villa. Por contrapartida, a medida que pasa el tiempo, aumenta el contrasentido y es más escandalosa la utilización de la versión municipal.
El procedimiento para modificar el escudo, consiste en aprobar por el pleno municipal el proyecto del nuevo escudo, y remitirlo al organismo oficial competente para su aprobación, la Dirección General de Administración Local, dependiente de la Consejería de Administraciones Públicas, de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Dicho organismo, lleva aprobados más de 500 escudos y banderas de Ayuntamientos, desde el año 1.984, entre los que se cuentan tanto escudos de nueva creación, como modificaciones de escudos antiguos.
Yo, humildemente, desde este sitio ofrezco a la corporación municipal el escudo de La Solana, que creo hace honor a su historia y cumple con las leyes heráldicas.

Ese largo texto de más arriba fue el que escribí entonces, en el grupo de msn, lo traigo a este foro solanero para poner de nuevo de manifiesto, la necesidad de cambiar el actual escudo que usa el Ayuntamiento de La Solana.
La corporación municipal solanera, amigo Octavio, todos los grupos políticos que la integran, a veces parece padecer por no decir ni pío, lo contrario a la incontinencia verbal sobre determinados temas. ¡Cordiales saludos!


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