(2 diciembre)
En laprimevara del año 1343, varios sacerdotes de Bruselas se retian a un lugar cercano, llamado Groemendael, buscando en la soledad un ambiente más propicio para la oración y la contemplación. Uno de ellos se llama Juan de Ruysbroeck.
Había nacido cincuenta años antes en una aldea cercana. Ordenado sacerdote a los veinticuatro años, fue nombrado capellán en la Catedral de Bruselas. Durante un cuarto de siglo, Juan ejerció su ministerio sacerdotal sin que existiera nada extraordinario en su vida, salvo su entrega total a Dios y a las almas. Se dedica intensamente a la oración y escribe diversos tratados sobre la vida espiritual.
Pero su vida sencilla y pacífica se vería turnada por el desarrollo y virulencia de ciertas corrientes pseudomísticas de dudosa ortodoxia, y, a veces, de manifiesta herejía, que pulularon por aquellas regiones.
Ruysbroeck fue uno de los que más se destacó en la lucha contra estas desviaciones. Y no sólo por las obras que escribió para explicar y exponer la verdadera doctrina, sino, sobre todo, por el testimonio de su vida.
Por eso, quizá, su reacción fue la de retirarse a un lugar solitario. Y no para huir de las controversias y dificultades, sino porque a los errores y desviaciones se los vence mejor con la santidad que con argumentos.
Casi cuarenta años vivirá en Groenendael. A la intensa vida de oración y de estudio, unió perfectamente la producción de numerosos tratados de espiritualidad, y el trabajo en el campo.
Su fama de santidad iba creciendo. Y el número de sus discípulos aumentaba sin cesar. Se le ha llamado "Juan el admirable".
Poco a poco, su vida se fue apagando. Y, el 2 de diciembre de 1381, entregó su alma a Dios.
En laprimevara del año 1343, varios sacerdotes de Bruselas se retian a un lugar cercano, llamado Groemendael, buscando en la soledad un ambiente más propicio para la oración y la contemplación. Uno de ellos se llama Juan de Ruysbroeck.
Había nacido cincuenta años antes en una aldea cercana. Ordenado sacerdote a los veinticuatro años, fue nombrado capellán en la Catedral de Bruselas. Durante un cuarto de siglo, Juan ejerció su ministerio sacerdotal sin que existiera nada extraordinario en su vida, salvo su entrega total a Dios y a las almas. Se dedica intensamente a la oración y escribe diversos tratados sobre la vida espiritual.
Pero su vida sencilla y pacífica se vería turnada por el desarrollo y virulencia de ciertas corrientes pseudomísticas de dudosa ortodoxia, y, a veces, de manifiesta herejía, que pulularon por aquellas regiones.
Ruysbroeck fue uno de los que más se destacó en la lucha contra estas desviaciones. Y no sólo por las obras que escribió para explicar y exponer la verdadera doctrina, sino, sobre todo, por el testimonio de su vida.
Por eso, quizá, su reacción fue la de retirarse a un lugar solitario. Y no para huir de las controversias y dificultades, sino porque a los errores y desviaciones se los vence mejor con la santidad que con argumentos.
Casi cuarenta años vivirá en Groenendael. A la intensa vida de oración y de estudio, unió perfectamente la producción de numerosos tratados de espiritualidad, y el trabajo en el campo.
Su fama de santidad iba creciendo. Y el número de sus discípulos aumentaba sin cesar. Se le ha llamado "Juan el admirable".
Poco a poco, su vida se fue apagando. Y, el 2 de diciembre de 1381, entregó su alma a Dios.