Eran curiosas esas bodas en el cine. La cantidad de personas del pueblo que han celebrado su boda en el cine. Los novios puestos bajo la pantalla en un piano que hacía las veces de mesa y los novios y padrinos compartiendo dulces con los invitados. Las mujeres salían con los pasteles que no comían en el bolsa, para tomarlos más tarde. Es una imagen pintoresca que recuerdo entrañablemente.
Un calzadeño más.
Un calzadeño más.