AQUELLOS DÍAS...
Se nos fugó el tiempo, tanto
que nos hicimos mayores
hasta, incluso, envejecer;
la niñez, llena de encanto,
de gozos y sinsabores,
se fue para no volver.
Dejaron para el recuerdo,
como esculpida, la huella,
vivencias gratas o hirientes:
la matanza de los cerdos,
cualquier personita bella,
familia, amigos, docentes,
o aquel tren obsolescente,
que unía pueblos, regiones,
en integración genial,
al servicio de la gente,
potenciando sus opciones,
respetando lo esencial.
Me sugieren sus virtudes,
la integración de naciones
de forma confederal,
en que priman actitudes
de respeto a las opciones
de credo y de identidad.
La voluntaria adhesión
de los pueblos y naciones
hace uniones duraderas
y es la mejor solución
para evitar las fricciones,
según mis entendederas.
Se nos fue, con la niñez,
el tren que marcó mi infancia.
Si hemos de llevarnos bien,
proceder con sensatez
es de vital importancia.
No perdamos ese tren.
JJC ... (ver texto completo)
Se nos fugó el tiempo, tanto
que nos hicimos mayores
hasta, incluso, envejecer;
la niñez, llena de encanto,
de gozos y sinsabores,
se fue para no volver.
Dejaron para el recuerdo,
como esculpida, la huella,
vivencias gratas o hirientes:
la matanza de los cerdos,
cualquier personita bella,
familia, amigos, docentes,
o aquel tren obsolescente,
que unía pueblos, regiones,
en integración genial,
al servicio de la gente,
potenciando sus opciones,
respetando lo esencial.
Me sugieren sus virtudes,
la integración de naciones
de forma confederal,
en que priman actitudes
de respeto a las opciones
de credo y de identidad.
La voluntaria adhesión
de los pueblos y naciones
hace uniones duraderas
y es la mejor solución
para evitar las fricciones,
según mis entendederas.
Se nos fue, con la niñez,
el tren que marcó mi infancia.
Si hemos de llevarnos bien,
proceder con sensatez
es de vital importancia.
No perdamos ese tren.
JJC ... (ver texto completo)