La Mancha constituye la llanura más amplia y perfecta de toda la Península Ibérica. Se trata de una
cuenca sedimentaria por la que discurren el Guadiana y sus afluentes, los cuales no han labrado profundos
valles y discurren sobre la llanura sin encajarse. Con una altura que oscila entre los 600 y los 700 metros, tiene forma triangular; puesto el vértice en
Ciudad Real, el ángulo se abre hacia el este, prolongándose por las provincias de
Albacete.
Toledo y Cuenca.