A media mañana (apenas serían las once) de un día soleado y con buena temperatura, llegaba yo a la
plaza del
ayuntamiento, el pasado día 13, sábado por más señas.
Una montonera de leña apilada sobre el solar de las ya desaparecidas
escuelas, nos avisaban de la próxima festividad de
San Antón.
Algún jubilado del
pueblo tomaba el sol al lado de los
soportales del ayuntamiento dejando caer su mirada, algo distraida, sobre las novedades que este fin de semana se presentaban en el pueblo y que ivan
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